viernes
7 y 9
7 y 9
Nacional regresó ayer por la tarde a Medellín, hoy se dedicará al descanso y a recuperar sus jugadores tras el viaje desde San Martín de Tucumán, y mañana enfrentará el duelo ante Millonarios en el Atanasio (7:30 p.m.).
A todo este ajetreo debe sumarle la carga mental que generan una derrota (2-0 en el duelo de ida por los octavos de final de la Libertadores) y la presión por las críticas.
Una victoria ante los capitalinos resultaría un bálsamo para los verdes que se motivarían para buscar la remontada en el certamen internacional (28 de agosto). “Es un resultado al que se le puede dar vuelta”, dijo el técnico Jorge Almirón en rueda de prensa, al considerar que el juego “fue parejo”, opinión que pocos seguidores comparten. Lo que sí reconoció el técnico es que carecieron de profundidad, como en las últimas fechas.
El estratega señaló que Nacional es fuerte en casa, quizás basado en el primer semestre porque las recientes presentaciones dicen lo contrario: 2 derrotas con Tolima en la final de la Liga-1 y el inicio de la 2, y empate 0-0 con Patriotas, presentaciones que tiene a la fanaticada con los pelos de punta.
Ante Tucumán se extrañó que no fueron titulares, excepto Dayro Moreno (tenía una virosis), Alexis Henríquez y Yerson Candelo que jugaron los 3 partidos de Liga.
El analista Juan José Peláez no está de acuerdo con quienes piensan que el problema es del sistema táctico y estratégico, cuando dicen que hay pocas variantes en la generación de juego y que se utiliza un solo esquema en todos los partidos.
Su apreciación, a la distancia y con respeto por sus colegas, es que si bien hay buenos jugadores, en el equipo faltan líderes en posiciones claves y que den equilibrio. Y, segundo, la actitud: “Nacional, por la calidad, por su apellido, tiene que correr más que el contrario y marcar la diferencia en situaciones difíciles”.