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En Atlético Nacional se alimenta la ilusión de que los goles reaparecerán en cualquier momento y con ellos los triunfos para dejar atrás la mala racha y las críticas que esta genera.
“Estaríamos más preocupados si no creáramos opciones, pero las hemos tenido y no las concretamos. Así es el fútbol, en cualquier momento se abrirá el arco rival, los goleadores la van a embocar (la pelota) y todos nos vamos a abrazar”. La reflexión que Aldo Leao Ramírez hizo ante la prensa luego del empate 1-1 con Millonarios, en el juego que actuó como capitán, llega en un momento clave.
Hoy, cuando los verdolagas reciben a Patriotas en el Atanasio Girardot (7:30 p.m.) en el primer partido de la serie de octavos de final de la Copa Águila, todos en el equipo apuntan a este objetivo.
Y es que la cifras son preocupantes: en 11 encuentros (7 por Copa Libertadores y 4 por Liga Águila-2), el conjunto antioqueño solo ha festejados en 13 ocasiones, para un promedio de 1,1 tantos por duelo.
De los 26 jugadores utilizados, entre ellos dos arqueros, solo siete (27 %) han aportado goles (Dayro Moreno -6-, Vladimir Hernández -2-, Reinaldo Lenis -2-, Gonzalo Castellani, Yerson Candelo, y uno ya no está en el plantel, Macnelly Torres. La dependencia en Dayro es evidente.
Aldo, uno de los líderes del conjunto que hoy podría recibir la inyección anímica y futbolística de Alexis Henríquez, que según el técnico Jorge Almirón presentó una fuerte gripa que le impidió jugar ante Millos, añade que deben pensar en las cosas buenas e insistir en los goles “para los cuales no hemos estado dulces”.
Para el encuentro de esta noche, que tendrá en el banco verde al asistente Pablo Ricchetti por la suspensión de dos semanas de Almirón, además de Aldo y Henríquez, fueron convocados Fernando Monetti, Cristian Vargas, Daniel Bocanegra, Diego Braghieri, Felipe Aguilar, Helibelton Palacios, Déiver Machado, Raúl Loaiza, Gonzalo Castellani, Jorman Campuzano, Vladimir Hernández, Steven Lucumí, Gustavo Torres, Dayro Moreno, Carlos Rivas y Ómar Duarte.
Frente a Patriotas, que el pasado 1° de agosto empató 0-0 con el verde en el Atanasio por la Liga Águila-2, está el reto de volver a sonreír.