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La antioqueña Sara Restrepo Hernández era una de las grandes realidades del patinaje colombiano.
Fue campeona nacional diez veces y llegó a ocupar el primer lugar del ranquin de mayores, haciendo la diferencia muchas veces, como afirma, ante atletas consagradas, entre ellas Cecilia Chechi Baena, Jercy Puello, Sara Vallejo y Estefanía Cuervo.
Cuenta su madre Luz Dary Hernández que las constantes lesiones en los músculos peroneos -fue operada en ambas piernas-, terminaron por alejarla de esta disciplina, debido a la exigencia física que debía hacer.
Sintió tristeza, lo confiesa, pero aprovechó el tiempo. Se dedicó a estudiar en la Universidad, terminó Negocios Internacionales e hizo una especialización en Gerencia Financiera en la UPB.
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No obstante, con el paso del tiempo, la mujer de solo 24 años, que también practicaba ciclismo para aumentar el nivel, manifiesta que el amor por la actividad atlética jamás desapareció.
Era consciente de que montarse de nuevo en patines no era lo conveniente, pero sí sabía que la bicicleta, que le generaba pasión gracias a su papá Nicolás Restrepo Posada -reconocido excorredor que entrenó al lado de Martín Emilio Cochise Rodríguez- era la mejor alternativa para volver a soñar en grande.
“El ejemplo es el que educa”, enfatiza su madre, al referirse a que los hijos muchas veces siguen los pasos de sus padres. Y aunque a Nicolás le da susto que su hija corra, “por los peligros que existen para entrenar en la calle”, ella empezó a pedalear contra viento y marea.
Ayer, en Envigado, Sara volvió a vestirse de cortos para actuar en su primera carrera después de pasar por el quirófano en 2012. Se trató del Clásico EL COLOMBIANO-Indeportes Antioquia-Movistar, el mismo en que su padre disputó ocho veces y que ganó en una oportunidad.
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“Sentía nervios porque no sabía cómo iban a responder mis piernas a un nivel tan alto, pero ahora me invade la felicidad al saber que me fue bien y que volví a competir”, indica la deportista, que hace pocos días recibió el patrocinio de Enjoy, un aliciente más para volver a hallar la gloria sobre ruedas, pero esta vez en bicicleta.