viernes
7 y 9
7 y 9
El entrenador Gabriel Jaime Vélez cuenta que hace 20 años los ciclistas de la época se burlaban de él porque había implementado el trabajo de fuerza en ese deporte. Hoy, todo el mundo los hace y hasta lo llaman para preguntarle por los métodos que utiliza.
Este hombre autodidacta, de origen campesino (su padre era caficultor), oriundo de Salgar, Antioquia, está invicto en la temporada-2015. En las cuatro competencias que ha dirigido, sus pupilos del Orgullo Antioqueño salieron campeones: Róbinson Chalapud en la prueba de ruta del Campeonato Nacional élite y en la 12K, Wilson Cardona en la Clásica Héroes de la Patria y Juan David Montoya en la Clásica José María Córdoba de Rionegro.
El secreto, confiesa Gabriel Jaime, es que los corredores nuevos se adaptaron fácil y se notan comprometidos con la propuesta. Hay mucha camaradería y seriedad en las carreras, todos apuntando al mismo lado”.
Aunque los objetivos principales son los títulos de la Vuelta a Colombia y el Clásico RCN, que en los últimos años se le escaparon por poco margen, el estratega asegura que no pueden esperar solo eso. “La idea es ganar todo y cada uno de los muchachos sabe que las carreras los pone a punto y que aquí trabajamos para el que esté mejor”. Esta aseveración la pueden certificar Cardona y Montoya, los últimos campeones.
Estos dos ciclistas, además de Brayan Sánchez y Cristian Peña, se muestran como grandes prospectos del plantel en el que los líderes, por su recorrido, disciplina y condiciones, son Chalapud y Mauricio Ortega.
La presencia de Vélez en el Orgullo Paisa es de vieja data (1995-2000) y ya cuenta con tres periodos. Todavía recuerda los inicios en los que sacó adelante a Mauricio Ardila, Felipe Laverde, Leonardo Duque, Marlon Pérez y Mauricio Ortega, entre otros.
Su incursión en el ciclismo fue en 1980, “siendo un aficionado a través de la radio”. Se considera un pedalista frustrado, pues además de que no tenía muchas condiciones para convertirse en un escarabajo de alto vuelo, el apoyo familiar tampoco llegó.
Ese año, en su pueblo natal, el presidente del club de ciclismo le pidió un trofeo para una cerrera y desde ese momento se dejó cautivar por el deporte más laureado del país. “Me encarreté y empecé a ayudarles y a preguntar. En 1981 me vine para Medellín y realicé el primer curso en Coldeportes Antioquia (hoy Indeportes)”. Compró libros, asistía a talleres y seminarios, estudiaba por su cuenta y estaba cerca de los corredores. Ya lleva 35 años en esta actividad.
Hizo el bachillerato en el Colegio Ferrini y estudio Zootecnia en la Universidad Nacional. Había iniciado en 1973 y en el 80 solo llevaba ocho semestre debido a los constantes paros. Entonces decidió retornar a su pueblo a trabajar la caficultura con su papá y ahí fue cuando se descubrió para el ciclismo.
A sus 58 años de edad, casado y padre de dos varones y una mujer, Gabriel Jaime Vélez se siente feliz y ganador en el deporte que le despierta pasión.