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Dos policías vigilan con cautela gran parte de los movimientos extraños que se presentan en la Vuelta a Colombia 2015.
En una semana de competencias han tenido varios sustos, pero con valentía, inteligencia, concentración, corazón y amor por lo que hacen, los dos hermanos que le sirven a la patria han podido respirar tranquilos, y eso que el arma con la que andan no es de fuego, ni mucho menos el vehículo que manejan tiene motor, en sus piernas poseen la gasolina que les permite avanzar y no retroceder.
“Es que nuestra mejor arma es la bicicleta, con ella nos defendemos y demostramos que hacer deporte es la mejor salida a la paz”, así asegura Willinton Bustamante, patrullero de la Policía Nacional y a la vez pedalista profesional, como su hermano Yoedison Bustamante.
Ambos, al lado de otros seis soldados más, representan al equipo de ciclismo de las Fuerzas Armadas del Ejercito Nacional, el cual es dirigido por un hombre que causó sensación en el pedalismo como José Jaime González.
“Queremos dejar huella en la actividad atlética, y demostrar que las Fuerzas Armadas no son guerra”, dice Willinton, el líder de esta escuadra en la edición 65 de la ronda nacional.
Yoedison, por su parte, volvió a montarse en un caballito de carbono después de haber integrado equipos como el EPM, el Colombia es Pasión- ahora Manzana Postobón-, el Boyacá es para Vivirla y la Selección Colombia en la Copa de Naciones en Canadá 2008.
“Me tuve que alejar del deporte, me quedé sin patrocinio y luego estuve muy enfermo. Años después ingresé a las Fuerzas Militares, y como Dios sabe hacer muy bien sus cosas, aproveché la oportunidad brindada y ahora lucho para mostrar que también somos guerreros pero en el ciclismo”, dijo Yoedison, quien llegó a integrar equipo con corredores de prestigio como Sergio Luis Henao y Fabio Duarte.
Los dos coinciden en que patrullando en las calles, estando en el monte o rodando en bicicleta el peligro siempre estará latente.
“Pero servir a la patria y también luchar por nuestros sueños es lo que nos da motivación en dos funciones difíciles pero que traen su recompensa”, dijo Willinton, quien hace algunos años tuvo que disparar su arma de dotación para dispersar a los insurgentes mientras se encontraba con un comando especial erradicando un cultivo ilícito en Boyacá.
“Por fortuna no sucedió nada. Fue una emboscada de la guerrilla, sufrí bastante, ojalá uno nunca tuviera que jalar del gatillo, gracias a Dios no hubo heridos. Qué bueno que todo transcurriera en tranquilidad, en un sueño de todos y por el que luchamos para vivir mejor”, dice Willinton, quien al lado de su hermano se baten sobre el asfalto y vestidos de licra con la clara ilusión de dejar huella en una actividad ardua, sacrificada y de respeto, características similares a la función que también ejercen cuando están vestidos de verde.
Camilo se repuso al dolor
Jesús Piedrahíta, gerente administrativo del Coldeportes Claro, mostró impotencia cuando hace ocho días, en la contrarreloj por equipos con la que se inició la Vuelta a Colombia en Bogotá, el ciclista de la escuadra antioqueña, Camilo Gómez, sufrió una severa caída que le ocasionó varias heridas en su cuerpo.
“Pero Camilo es un guerrero, estoy seguro que se recuperará y batallará hasta el final”, decía Piedrahíta, quien no se equivocó luego de la exibición de fuerza y poder ayer del nacido hace 33 años en Sogamoso para imponerse en la séptima fracción, tras un recorrido de 156.7 y un tiempo de 3 horas, 59 minutos y 32 segundos.
“Han sido jornadas de mucho sacrificio preparándome para la Vuelta, hay días de dolor por las caídas, pero se superan buscando siempre el camino de la victoria para brindarle alegrías a todas las personas que siempre me han apoyado”, dijo Gómez, que superó por ocho segundos a Flober Peña (Néctar) y por 14 al líder Mauricio Ortega (Orgullo Antioqueño).