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Nairo Quintana desbancó ayer del liderato del Giro de Italia al sorprendente Tom Dumoulin. Primer objetivo a falta de dos etapas.
Sin embargo, ¿los 38 segundos que tiene sobre el holandés en la general son suficientes para aspirar al título de la carrera?
Expertos, como los excorredores Santiago Botero y Víctor Hugo Peña manifiestan que no. Coinciden en que para llegar a la contrarreloj final de este domingo en Milán (29.3 km), el escarabajo requiere tomarle a Dumoulin, subcampeón olímpico de esta modalidad, entre 3 y 4 minutos.
Aún está latente la imagen del Nairo atacante del Tour de Francia-2013, en el que, de manera agresiva y arriesgada, dejaba rivales a su paso y, al final, fue subcampeón.
En este Giro no se le ha visto tan imponente como en otras ocasiones. Sus fuerzas parecen equilibradas con las de otros rivales y ha demostrado, para los especialistas, una madurez que lo ha llevado a ser más mesurado e inteligente a la hora de lanzar un ataque, pese a que nos había acostumbrado a atacar de forma desbocada, como lo analiza el estratega Luis Fernando Saldarriaga.
“Entendió que las carreras se ganan tomando buenas decisiones y no desgastándose de manera explosiva, cuando quería sacar a todo el mundo y más a quien le hiciera pasar un momento difícil”, dice Saldarriaga, uno de los formadores de Quintana.
“Su ego no es el mismo, ya ve que necesita de otra resolución de táctica específica. Logró una gran madurez cognitiva para tomar decisiones apropiadas. Ya no tira para adelante como un loco, pues sabe que atrás pueden haber alianzas de cooperación. Posee experiencia y visión de lo que pasa a su alrededor para poder resolver”.
Así mismo, la variación en su preparación, teniendo en cuenta que afrontará próximamente el Tour de Francia, puede ser otra de las causas de su actual rendimiento.
“A esta altura de la carrera todos van al límite. Las cosas internas de un equipo no las sabe nadie, pero una posible hipótesis es que a Nairo le faltó un poquito de nivel para afrontar el Giro, ya que una de sus prioridades ha sido el Tour. Si se le da el título en Italia, porque es ‘clasudo’ y escala bien, será bienvenido, pero creo que centró su preparación más pensando en la prueba francesa”, dice el técnico Gabriel Jaime Vélez.
Por otra parte, los cambios que ha hecho el boyacense en su planeación, corriendo en terrenos áridos, como Catar, donde hizo parte de la pretemporada, e intentando ganar experiencia en especialidades que no han sido su fuerte, como la contrarreloj, descensos y contra el viento, le pudieron servir para interpretar y afrontar mejor una carrera. Como lo pretende su director deportivo, Eusebio Enzué, de Nairo quiere hacer un corredor completo.
“La fuerza mental hará la diferencia, la estrategia también, mañana -hoy- será otro día duro”, expresa, con la tranquilidad que lo caracteriza, Quintana, quien en la penúltima etapa de la carrera, de 190 kilómetros entre Pordenone y Asiago, con tres premios de montaña, dos de primera categoría, tendrá la última oportunidad de sacarle tiempo a sus contrincantes para soñar con su segunda conquista en esta carrera. ¿Le alcanzará con su nueva táctica?.