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El reductor de velocidad, mejor conocido como “policía acostado” o resalto vial, tiene como objetivo evitar accidentes por exceso de velocidad. Esos mismos, especialmente los que semejan verdaderos “morros” en las calles, son ahora peligrosos para los 174 ciclistas que estarán en el Tour 2.1 que se cumplirá por diferentes municipios de Antioquia del 12 al 17 de febrero.
A estos se suman las rejillas de desagues, algunas muy profundas, que deben ser corregidas por orden de la Unión Ciclista Internacional -UCI- para que los participantes no corran riesgos.
También se deben tener en cuenta los huecos, porque no debe haber ni uno, en los 826,7 kilómetros de recorrido de la prueba, durante los seis días de competencia, como solicita la UCI.
“Por norma interncional hay que quitar todos los obstáculos peligrosos que existan en la vía. En este caso los llamados ‘policías’, aunque hay unos que son pasables y pueden quedar; no así los que son más extensos y altos. Esto ya lo saben los diferentes alcaldes y se trabajará para tener unas vías perfectas que sean orgullo para todo el mundo”, manifestó Jorge Ovidio González, presidente de la Federación Colombiana de Ciclismo.
En lo que también se debe tener mucho cuidado es en el tema de los huecos en las vías. “Se han identificado dos sitios críticos; uno, por el sector de la Fábrica de Licores y el otro, en la entrada a la avenida Regional por Sabaneta y lo mismo en Envigado. Esos sí son muy preocupantes, pero esperamos que sean corregidos y estén listos antes de la carrera”; dijo González .