viernes
7 y 9
7 y 9
Luego de la tercera etapa del Tour de Francia, una contrarreloj por equipos, los favoritos empezaron a acomodarse en la clasificación general. Chris Froome ganó puestos y se les acercó a Alejandro Valverde y a Mikel Landa, considerados rivales directos.
Para Colombia, la buena noticia está por los lados de Rigoberto Urán, que también es otro opcionado. El paisa entró al top-10. Nairo Quintana, en cambio, perdió más segundos, pero según el director del Movistar, Eusebio Unzué, está dentro de lo previsto.
La de ayer no era una fración para ver en acción a Fernando Gaviria, quien hoy se puede desquitar porque el recorrido está hecho para sus condiciones de embalador y puede pelear la etapa.
El belga Greg Van Avermaet, campeón olímpico en ruta, se vistió con el maillot amarillo merced al triunfo del BMC en la contrarreloj por equipos en Cholet, con un recorrido de 35,5 kilómetros. Esta le permitió a Froome, integrante del Sky, recuperar gran parte del tiempo tras su caída en la primera jornada.
Vuelo rasante del BMC en un trayecto rompepiernas, exigente, en el que se mostró superior desde los primeros kilómetros. La escuadra estadounidense, plagada de especialistas, marcó en meta un tiempo de 38.46 minutos, a una media de 54,944 km/hora.
BMC superó el pulso a los grandes favoritos del Sky, que se quedaron a 4 segundos del objetivo.
No pudo defender con éxito la camiseta de líder el eslovaco Peter Sagan, pues su escuadra (Bora) solo fue séptima, a 50 segundos.
El BMC dañó la fiesta al Sky, que ya pensaba en vestir de amarillo a Geraint Thomas. Los hombres de Rochie Porte dieron una lección de coordinación y demostraron por qué han sido dos veces campeones del Mundo en 2014 y 2015.
Greg Van Avermaet, tras largo rato en la “silla caliente”, subió al podio a vestirse con la prenda con la que sueña todo corredor, escena que no es nueva para el clasicómano nacido en Lokeren hace 33 años, ya que en 2016 ganó una etapa y lució la amarilla durante tres días. En Cholet obtuvo la tercera crono por equipos de la temporada, luego de las conquistadas en Tirreno Adriático y Vuelta a Suiza.
Van Avermaet bien podría defender la prenda dorada en los días venideros. En la etapa de Roubaix tendrá la ocasión de rememorar su triunfo de 2017 en la ciudad sede del “infierno del norte”.
“Una contrarreloj por equipos siempre es algo especial. Todo el grupo hace un esfuerzo para lograr el objetivo de ganar y creo que el nuestro es un maestro. Estoy muy feliz de ser parte de esto”, dijo en meta el campeón olímpico de ruta.
Para él, es un gran honor vestirse de amarillo. “Es una meta alcanzada ponerse la camisa de líder en la primera semana. La vestí una vez y recuerdo que fue una sensación increíble. He subido al podio a ponerme esa prenda por segunda vez y lo voy a disfrutar mañana (hoy), es algo especial. Quiero agradecer a mis compañeros porque sin ellos no habría sucedido”.
Froome fue el favorito más beneficiado, junto a Dumoulin, y se puede decir que puso a cero el contador. Cumplió el objetivo de iniciar la ansiada remontada en el Tour 105.
Con el único que perdió tiempo en esta cronometrada, 5 segundos, fue con Porte.
La maquinaria está en marcha y en el momento más inesperado intentará dar un nuevo golpe de autoridad sobre la mesa, algo que han hecho muchas veces.