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Vuelta a España, al molde del ciclista colombiano

Siete nacionales están inscritos en la carrera de este año, tres de ellos con grandes posibilidades

de triunfo.

  • Siete corredores nacionales están inscritos en la carrera de este año, tres de ellos con grandes posibilidades de triunfo. FOTO REUTERS
    Siete corredores nacionales están inscritos en la carrera de este año, tres de ellos con grandes posibilidades de triunfo. FOTO REUTERS
Vuelta a España, al molde del ciclista colombiano
24 de agosto de 2018
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Ad portas de arrancar la edición 73 de la Vuelta a España, siete colombianos buscan agrandar su palmarés en una carrera que le ha dado más alegrías al país que las otras dos grandes del ciclismo internacional: el Tour de Francia y el Giro de Italia.

Ellos son Nairo Quintana, Rigoberto Urán (EF), Miguel López (Astana), Sergio Henao (Sky), Winner Anacona (Movistar), Jhonatan Restrepo (Katusha) y Nelson Soto (Caja Rural). Los cuatro primeros son los jefes de sus escuadras, distinción que aumenta las expectativas.

¿Qué tiene de especial esta cita para el lucimiento de los colombianos? ¿Por qué el buen rendimiento en esta?

La alta montaña juega a su favor

Rafael Acevedo, exciclista que fue 44° en la Vuelta del 86, explica que hay un factor determinante para sobresalir en dicho evento: la dosis de montaña.

“Esta competición se caracteriza por su dureza en ese terreno, que se asemeja a nuestra topografía. Cuando un compatriota llega allí, aquellos puertos no lo atemorizan; al contrario, se toman más confianza pues desde jóvenes se entrenan y compiten en la altura, es como nuestro ADN”, expresa el ahora entrenador.

En el certamen que inicia este sábado se disputarán seis etapas de media y cinco de alta montaña, además de nueve finales en picos altos (primera categoría).

En 1987, Lucho Herrera gestó su título en España escalando rumbo a Lagos de Covadonga, una de las cimas más importantes de España, de 1.134 metros cuya dificultad se refleja en una larga subida de 14 kilómetros con desniveles del 15 % (tramos más duros del ascenso), en la jornada 11, gesta que repitió, en ese mismo lugar, Quintana (fracción 10) para llegar a Madrid con la camisa roja de líder.

Es una carrera más abierta

Óscar de J. Vargas, exciclista antioqueño y hoy técnico del equipo Manzana Postobón, quien fuera tercero en la prueba en 1989, afirma que por el nivel de los corredores y la tradición, la ronda ibérica brinda la oportunidad a más equipos porque no es tan selectiva como el Tour de Francia.

“Aunque la carrera francesa lleva la delantera, porque se podría decir que es para el ciclismo como el Mundial para el fútbol, allí van solo los mejores. Pero por recorrido todas se dan la mano”.

Y agrega que como hay ciclistas que llegan muy desgastados de Francia, por el esfuerzo de un trazado agobiante (de 3.351 kilómetros de recorrido como se vivió este año) esto permite que muchos corredores que no estuvieron en el Tour puedan tener más lucimiento en España.

En eso coincide Acevedo para quien, si bien en esta Vuelta habrá grandes competidores -ver gráfico-, la mayoría de ellos reservan sus fuerzas de cada temporada para imponerlas en el Tour. Esto permite que la lucha por los puestos de honor en el evento español tenga un abanico mayor de oportunidades. “Por eso corredores como Miguel López, por citar uno, llegan con ventaja, porque tuvo una preparación diferente y no estuvo en Francia”.

EL Clima, UN factor determinante

Vargas sostiene que al pedalista nacional le cae mejor rodar en temperaturas como las que hacen por este tiempo en España, entre 24 y 27 grados centígrados. “En ocasiones pueden subir, pero no tanto como en un Tour, en el que calienta tanto que parece un infierno, o como en el Giro, un polo opuesto y extremo, en el que predomina la lluvia, la nieve y el intenso frío que hace doler los huesos”.

Correr en un país de habla hispana

Jairo Chaves, papá de Esteban, tercero en la Vuelta de 2016, asegura que hay otros detalles que pueden marcar diferencia, entre ellos estar en un país en el que se habla el mismo idioma. “Si uno analiza los primeros triunfos de la mayoría de coterráneos cuando llegaron a Europa, estos se gestaron en España. Poder desenvolverse solo, sin la ayuda de otro hasta para pedir una gaseosa o ir al baño, genera mucha tranquilidad”.

Este podría ser un detalle menor, pero en realidad no lo es. “Generalmente, el aficionado puede pasar esto por alto, pero el ciclista no, porque la barrera del idioma es fuerte. Hacerse entender puede incidir en los resultados”.

La cercanía con una prueba afín

El entrenador paisa Raúl Mesa explica que la empatía entre españoles y colombianos le permite al pedalista tener seguridad. “Empezando por la alimentación, esto es fundamental para acomodarse al sistema. Vemos que los representantes que llegan a Europa prefieren asentarse en España”.

Pone casos recientes como los de Urán, Carlos Betancur y Winner Anacona. “Allí la ayuda es recíproca. Ellos, y muchos más, cuando regresan al país, cuentan sus experiencias y esto genera ilusión en quienes después van a competir allí”.

Sumado al entendimiento que tienen con los técnicos de las formaciones, que les abren puertas para que corran en sus equipos, como sucedió con Julio Cadena, Fabio Parra, Santiago Botero (Kelme), Ómar Hernández (Reynolds), Nairo (Movistar), entre otros, esto alienta el desempeño de los deportistas. “Esa confianza les permite lucirse en el país ibérico”, apunta Mesa.

De ahí que Colombia tenga pedalistas que volarán en las carreteras, en sus bicicletas, como si estuvieran en casa .

Infográfico

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