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Esta mexicana es una
estrella del deporte de las flechas a nivel mundial. Está en Medellín y brilla en el diamante de béisbol.
Físicamente, Linda Ochoa Anderson le hace honor a su hombre.
Gracias a su rostro angelical, que armoniza con su esbelta silueta, la mexicana no oculta, con una tímida sonrisa, que ha recibido ofertas para ser modelo de pasarela y hasta para incursionar en la actuación. Sin embargo, confiesa que la pasión por el tiro con arco la flechó.
18 de sus 31 años los ha dedicado a este deporte. “Esto es lo mío, si Dios me lo permite aquí estaré hasta viejita”.
Tanto por su apariencia física como por su historial deportivo, Linda es una estrella del arco mundial. Y en Medellín acude al Campeonato Panamericano que se desarrolla en el diamante de béisbol Luis Alberto Villegas.
“Me siento como en casa. La gente, la ciudad... Todo es muy parecido a México, además he tenido muy buenos resultados aquí, como la medalla de oro que alcancé hace ya varios años en Panamericano”.
Ochoa, competidora de arco compuesto, es consciente que triunfar no será fácil, pues se vuelve a medir contra grandes rivales, entre ellas la colombiana Sara López, quien en junio pasado, en Salt Lake City, EE. UU., la privó, por segunda vez, de ganar su primera Copa Mundo.
“He tenido derrotas duras, pero también triunfos muy buenos. Hay que tener calma, mantener la ilusión y luchar por lo que se quiere”.
En marzo, en un abierto nacional en Estados Unidos, batió récord mundial al disparar, sobre una distancia de 50 metros, 15 flechas, lograr 150 unidades (puntaje perfecto) y de paso acertar 11 en el X-ring (está dentro del 10), una más que la marca que tenía López desde 2013 en Medellín.
“Respeto mucho a Sara, además sus compañeras Nora Valdez y Alejandra Usquiano están en un alto nivel, por lo que la disputa de las medallas no será fácil. Saber que en Latinoamérica hay un grado de competitividad alto lo llena a uno de orgullo y mayor responsabilidad”. Recién ganó oro y dos bronces en Centroamericanos en Barranquilla.
Triunfar en mundiales no la desvela, pero sí tiene ese objetivo en la mira. “Muchos me pelean cuando les digo que este es el mejor deporte del mundo, y entre las razones está que participan, personas grandes, jóvenes, sin piernas, sin brazos, hasta disparan con la boca y a un alto nivel, esto es lo bonito. Lo que se necesita es paciencia y amar lo que se hace para cumplir las metas”.
Hasta ahora suma dos medallas de plata, en individual, en campeonatos mundiales. “Sé que puedo mejorar mis números y ganar allí, sino ya me hubiera retirado” .