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“Tengo mucho por dar en Nacional”: Hernán Barcos

  • Barcos marcó el domingo su segundo gol con Atlético Nacional. FOTO EDWIN BUSTAMANTE
    Barcos marcó el domingo su segundo gol con Atlético Nacional. FOTO EDWIN BUSTAMANTE
18 de febrero de 2019
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El delantero argentino Hernán Barcos se ha forjado a pulso. Nadie le ha regalado nada. Salió de la pobreza y sacó adelante a su familia con sus propios méritos, y ahora que llegó a Nacional lo hace en la plenitud de su carrera. Sabe que son pocos los partidos que ha jugado, pero espera dar mucho más, sobre todo, cuando se le abran las porterías rivales.

La semana que pasó tuvo un incidente repudiable, cuando al parecer un hincha del Medellín lo insultó mientras él daba un paseo en las calles de Medellín con su esposa y su pequeño bebé.

Este domingo, luego de anotar el único tanto entre de Atlético Nacional con una definición exquisita, Barcos tuvo que ser sustituido por una molestia en una de sus piernas y prendió las alarmas de cara al duelo que se aproxima por Copa Libertadores contra Libertad:

“Voy a viajar y espero jugar, estar al cien por ciento para este partido tan importante. En el momento de la lesión sentí como una bola y mucho dolor por lo que decidí salir, seguir no era lo mejor para mí ni para el equipo”.

Quisimos hablar con él sobre su carrera y cómo se ha adaptado en Nacional, y esto contó.

¿Cómo fueron los inicios suyos en el fútbol?

“Vengo de una familia pobre, pero tenía el anhelo de ser futbolista algo recurrente entre los jóvenes argentinos. Un día recibí una pelota de regalo y ahí empecé a cumplir mis sueños”.

¿Qué fue lo más difícil de esa infancia?

“Recuerdo que por las condiciones de pobreza en las que vivíamos no comíamos bien. Así que cuando regresábamos de la escuela, con mi hermano, entrábamos a salas de velación en las que repartían sánduches y gaseosas, comíamos y nos guardábamos unos cuantos para llevar a casa. Igual saludábamos a la familia y los amigos del difunto”.

¿Y cómo superaron esa situación?

“Mis padres siempre metieron el hombro, intentando conseguir la comida y me apoyaron para que pudiera ser futbolista. Cuando llegué a Racing fue muy difícil porque no pude asentarme en ese equipo, pero Dios tiene sus momentos y el mío estaba en Ecuador. Llegué a Liga de Quito y allí pude demostrar mis condiciones y ser goleador, después eso me valió para ir a Brasil y jugar en Gremio y Palmeiras, y hasta para vestir la camiseta de la Selección. Todas fueron bendiciones”.

¿Cómo se ha sentido en Medellín y cómo ha sido su adaptación a Nacional?

“Muy bien, acá me han tratado con mucho cariño, es una ciudad espectacular que me abrió las puertas, de personas muy amables. El equipo no es la excepción, es un grupo muy unido, una familia con muchos jóvenes, y los hombres de experiencia que estamos, también suman. Un ambiente así es muy importante para conseguir cosas”.

¿Quedó atrás el incidente que tuvo con ese desadaptado?

“Sí, creo que es normal que a uno como futbolista lo critiquen, pero lo que molesta es que lo hagan al frente de tu familia, pero tengo que decir que es la única persona que me ha tratado así acá, por eso no le quiero dar más importancia de lo que merece”.

¿Quiénes son las personas más importantes para usted?

“En este momento son mi esposa Giuli Cunha y mi bebé Gael, que son quienes están a mi lado acompañándome y apoyándome en esta nueva etapa de mi carrera”.

¿Dónde conoció a su esposa?

“Ella es brasileña y trabajaba en el departamento de Relaciones Públicas de Gremio, cuando pasé por ese equipo nos conocimos y hasta acá siempre ha estado respaldándome y apoyando mis decisiones en el fútbol”.

¿Cómo le ha ido con la comida antioqueña?

“Bien, aunque hay que consumirla de manera moderada y trato de cuidarme. Pero también se come mucha carne y eso es parte de la gastronomía de nosotros los argentinos, así que no se extraña mucho, me ha tocado consumir cosas más exóticas en otros países. Estuve en China, así que te podrás imaginar lo que era”.

¿Usted que es un hombre de tanta experiencia en el fútbol, cree que este Nacional sí está para grandes gestas?

“Lo que puedo decir es que es un grupo con muchos jóvenes que me han impresionado por sus calidades, tanto futbolísticas como personales. El profe es un técnico muy capaz y claro en lo que quiere. En el fútbol hemos visto equipos con grandes estrellas fracasar y otros con jugadores muy comprometidos que han dado la sorpresa. Lo que estoy seguro es que en este grupo hay un compromiso incondicional con cada uno de los compañeros, el cuerpo técnico, los directivos y la hinchada”.

¿Por qué el club parece que todavía no despega?

“En Liga no hemos perdido, es un proceso nuevo, hay jugadores que nos seguimos conociendo, pero el funcionamiento está acorde con lo que quiere el técnico. Es cierto que nos ha faltado en la finalización y seguro que estamos trabajando en eso para que se vengan los goles, y no de a uno, sino que sean muchos”.

Está próximo a cumplir 35 años, ¿qué lo motiva aún para jugar al fútbol?

“Sentirme competitivo todavía, el saber que aún puedo aportar, el tener las ganas de levantarme todos los días a entrenar y brindarme por el club que me da trabajo, el tener el respaldo de mi familia, y el haber sido elegido por esta institución tan grande. Esa confianza la tengo que retribuir con mi trabajo y voy a demostrar porqué se fijaron en mí”

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