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Por Wilson Díaz Sánchez
Los desmanes protagonizados por los hinchas de América y Cali (ganó 1-0) el miércoles pasado, por la Copa Águila, tanto en el estadio Pascual Guerrero como en otros sectores de esa ciudad, causaron rechazo y, al mismo tiempo, alerta entre las autoridades del país.
Una de ellas, Antioquia, que el próximo domingo (7:30 p.m.) tendrá el clásico Medellín-Nacional, por la última fecha clasificatoria de la Liga Águila-1. Aunque ambos elencos ya tienen los cupos asegurados para los cuartos de final, este encuentro siempre se denomina de tipo A.
La reunión del Comité de Seguridad, Comodidad y Convivencia en el Fútbol se realizó el martes y allí establecieron el tema logístico, pero la Secretaría de Gobierno de Medellín anunció que está atenta para actuar en caso de que sea necesario.
Se mantiene la decisión de que la afición del equipo local, en este caso DIM, tenga acceso al estadio en un 70% y el visitante, Nacional, el 30%. La determinación del alcalde Federico Gutiérrez de permitir hinchas de ambos elencos en los clásicos ha dado buen resultado hasta el momento.
En Cali, en cambio, las autoridades que habían establecido la misma medida, dijeron sentirse traicionadas, dijo al diario El País Juan Carlos Paredes, secretario de Seguridad y Justicia de esa capital.
El domingo, en Medellín, se dispondrá de un operativo de 1.200 policías dentro y fuera del Atanasio, que se suman a las 400 personas de logística que aporta el equipo rojo.
Además, la Secretaría de Gobierno anunció que el sábado habrá un encuentro con los líderes de las barras de ambos elencos para determinar los sitios en que podrían presentarse enfrentamientos, esto con el fin de redoblar la seguridad por parte de la Policía.
El domingo habrá ley seca desde las 6:00 a.m. en la unidad Atanasio Girardot y sus alrededores, como ha sido tradicional el día de clásicos.
Las puertas del escenario deportivo se abrirán a las 5:30 de la tarde, es decir, dos horas antes del inicio del partido entre rojos y verdes.