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Paro de futbolistas, más allá de lo salarial
Agremiación insiste en el diálogo, denuncia amenazas y confían en que la reunión del lunes en Mintrabajo dé luces.
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Más de 1.000 futbolistas que hacen parte de la Liga, Torneo y Copa Águila hacen parte del movimiento gremial. FOTO Juan A. Sánchez
18 de octubre de 2019
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La decisión de un cese de actividades de los futbolistas profesionales de Colombia, como último recurso ante la negativa de diálogo de la Federación y la Dimayor, continúa firme. Así lo expresó este jueves Daniel Bocanegra, jugador de Atlético Nacional.
El referente del conjunto verdolaga manifestó que la puerta para un acercamiento con estas entidades está abierta si deciden tener un cambio de actitud y agregó que la reunión a la que están citados el lunes en el Ministerio de Trabajo determinará el rumbo.
Entre todo lo que se ha ventilado acerca de esta problemática es importante aclarar que no se trata de una lucha netamente salarial o económica como muchos aficionados lo han entendido. En los 12 puntos que presentó la Asociación (Acolfutpro) hay varios que propenden por mejores condiciones para competir por la abundancia de partidos y la adopción de protocolos contra la discriminación, el acoso laboral y la violencia de género, pues aquí también están vinculadas las mujeres que han luchado por una liga digna (ver informe).
“La gente cree que queremos más plata, pues no se trata de eso. Cada jugador tiene su salario en cada club”, asegura Bréiner Castillo, exarquero y ahora miembro de la junta directiva de Acolfutpro.
Brecas, como se le conoce en el ambiente futbolero, recordó que una de las luchas que llevan a cabo hace más de diez años es por establecer una minuta única de contrato. “Que un jugador que vaya a Huila, Nacional, Tigres, América, Millonarios o cualquier club entienda que los puntos son los mismos, que haya un diseño igual para todos, con plenas garantías. “Lo que varían son los montos de acuerdo con la calidad del futbolista y la institución”.
Castillo dijo que hoy en día un deportista que va a Millonarios, Nacional o Junior, para citar solo tres casos, encuentra comodidades: “Pero no todos tiene la posibilidad de vincularse a estos elencos”.
Ese principio de solidaridad fue resaltado por Sebastián Viera, el capitán del conjunto tiburón. “Junior es una maravilla, es un club modelo, pero hay que ponerse en la piel de otros colegas”, dijo el arquero en rueda de prensa, al preguntarse “¿por qué tantos miedos al diálogo?”.
De otro lado, Acolfutpro denunció en un comunicado que así como sucedió en 2005, algunos dirigentes de clubes, al conocer la posibilidad del paro, empezaron a amenazar con represalias a quienes se nieguen a jugar los partidos.
Castillo, quien tuvo una carrera profesional de 20 años, relató a EL COLOMBIANO la situación que le tocó vivir en el Tolima hace una década: “El señor Gabriel Camargo, máximo accionista del equipo, me sacó porque consideraba que yo era un sindicalista. Yo estaba bien, pero planteaba inconvenientes de algunos compañeros y eso no le gustaba. Dañó mi imagen”.
Ahora es optimista de que haya sensatez entre la dirigencia, máxime que cuentan con el respaldo de los futbolistas de los llamados clubes grandes que, en 2005, echaron reversa.
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