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La estatura no ha sido limitante para los porteros colombianos

  • En Inglaterra están maravillados con David Ospina, porque para los ingleses, el 1,83 metros de estatura en un guardavallas, es la talla de un portero bajito. FOTO ARCHIVO
    En Inglaterra están maravillados con David Ospina, porque para los ingleses, el 1,83 metros de estatura en un guardavallas, es la talla de un portero bajito. FOTO ARCHIVO
29 de marzo de 2015
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En Inglaterra están maravillados con David Ospina, porque para los ingleses, el 1,83 metros de estatura en un guardavallas, es la talla de un portero bajito. No se equivocan porque David es el arquero más corto de estatura de la Liga inglesa, pero los expertos consideran que esto, hasta ahora, nunca fue una limitante y menos para los cafeteros.

El ejemplo más recordado fue René Higuita, que con 1,75 de estatura impuso su ley en el área chica. Hoy, entrenador de arqueros en el fútbol árabe, Higuita asegura que eso nunca le impidió lucirse bajo los tres palos. “Conocí porteros muy altos que eran lentos de reacción. Mi estatura siempre me permitió agilidad e ir muy bien a los balones a ras de piso, que son los que le duelen a los más altos”, recordó.

Óscar Córdoba también era bajo para los estándares del fútbol europeo pese a sus 1,82 metros de porte, pero él revela que ese era uno de sus secretos para atajar penaltis. “Muchas veces esperaba a que el jugador pateara y gracias a que era un guardavallas liviano podía llegar a la pelota. Nunca me sentí mal por la talla”, indicó el jugador que fue titular en Selección Colombia.

Milton Patiño, exportero de Nacional y entrenador de las divisiones menores del verde, dice que hace 10 años la estatura no era una limitante, como sí lo es ahora.

“Hoy en día el fútbol se ve como negocio y cada jugador es un activo. Nosotros como formadores en este perfil miramos proyección de acuerdo a sus condiciones y, de hecho, tenemos arqueros en divisiones menores que culminarán su ciclo porque estudios nos muestran medicamente que no van a pasar de los 1,80”.

Milton agrega que la talla se convierte en deficiencia cuando se va a chocar con delanteros altos y que por eso, en los porteros bajos hay que trabajar coordinación y trabajo de potencia en las piernas.

Dice que aunque a él le fue bien en Colombia en su época activa, por su estatura (1,76 mts) se frustró un paso al fútbol mexicano.

José María Pazo, también un atajador, con paso por la Selección Colombia, no superaba tampoco los 1,76, pero lo compensaba con grandes reflejos y buena ubicación.

“Cuando eso pocos arqueros iban al exterior y en Colombia eran muchos los equipos que tenían jugadores en esa posición de estatura muy similar. Ahora, todos deben medir más de 1,80 para tener posibilidades afuera”.

Esas son razones por las que el caso de David Ospina es más meritorio. En un mercado en el que juega uno de los porteros más altos del mundo, como el belga Thibaut Courtois, de 2,00 de porte, el colombiano brilla con luz propia.

Pequeños gigantes de la portería

El mexicano Jorge Campos, con 1,73 metros de estatura, es recordado por su pinta estrafalaria, su agilidad y su capacidad con los pies. Ganó dos Copas Oro (1993 y 1996), recibiendo dos goles, y, además, la Copa Fifa Confederaciones en 1999.

Ladislao Mazurkiewicz, el uruguayo de origen polaco, con una envidiable condición atletica y al que los locutores llamaban “el portero con los imanes en las manos”, medía 1,77 metros y ocupa el puesto 12 en la lista de mejores porteros del siglo, según la Fifa.

Giampiero Combi es considerado el tercer portero italiano más grande de la historia, con solo 1,72 metros. Fue campeón mundial con su país en 1934 y como si fuera poco también se colgó un bronce en unos juegos olímpicos. Logró 5 títulos con Juventus.

René Higuita, célebre en su época por sus “locuras” en la portería, salía con el balón eludiendo rivales, era antipenaltis y realizó el famoso escorpión en Wembley. Su estatura es de 1,75 metros y abrió el camino a toda una generación de guardametas.

Con 1,71 metros el mexicano Óscar Pérez Rojas, más conocido como el Conejo Pérez, se mantiene activo en el fútbol mexicano con el Pachuca. A sus 42 años es referente en ese país, perteneció a la Selección y también ganó la Copa Confederaciones (1999).

El talento solventa la estatura

Ormeño Gómez

Entrenador de arqueros

“Lógicamente la talla es una ventaja para un portero, pero los cortos de estatura pueden suplir esa falencia con talento y en Colombia hemos visto muchos de esos casos. El talento es la mejor arma”.

Hernán Torres

Exportero y técnico del DIM

“Ahora hay arqueros altos y muy talentosos. Antes, a los altos los mandaban para el baloncesto, y por eso no había tantos en el fútbol. Hoy es casi una obligación una buena talla para esa posición”.

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