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El 27 de mayo Jeison Murillo cumplirá 24 años y a tan corta edad disfruta de un presente halagador, tras ser uno de los futbolistas que más rápido tomó reconocimiento en el exterior. El heredero natural de Mario Yepes, al haber sido nombrado el mejor jugador joven de la Copa América 2015, pretende liderar a la Selección Colombia hacia el Mundial de Rusia.
Se adaptó rápido al fútbol italiano y, pese a tener altibajos en el Inter, nadie duda de sus condiciones. El futbolista caleño habló con EL COLOMBIANO sobre su carrera.
Hoy que está triunfando en Europa, ¿qué se le pasa por la cabeza?
“La difícil infancia que tuve en el barrio Compartir de Cali, en la que gracias al fútbol me alejé de caer en las drogas o en malos pasos. Jugaba todo el día descalzo y solo pensaba en que este deporte me iba permitir salir adelante con mi familia y gracias a Dios así ha sucedido. Tuve mucha suerte, porque otros compañeros no pudieron llegar y tenían las mismas aspiraciones”.
¿A quién le agradece lo que es hoy en día?
“A mis padres Jamer Murillo y Liliana Cerón. Pese a momentos difíciles, nunca me negaron su respaldo, pero hubo alguien más al que le agradezco de corazón, la persona que creyó en mí y me metió la idea de ser futbolista profesional: Prudencio Viveros, que es un formador y veedor del barrio Andrés Sanín de Cali. Él, desinteresadamente, me llevó hasta que llegué a las inferiores del Cali. Todavía hoy cuando voy a Colombia lo visito”.
Se habla de una posible llegada suya al Manchester United o al Chelsea, ¿qué hay de cierto?
“Mi presente es el Inter y eso es lo único que sé. Que uno esté sonando para los clubes grandes siempre será importante, pero el Inter es un equipo que no tiene nada que envidiarle a ningún otro. Acá estoy feliz, veremos qué sucede”.
Lo hemos visto portar la banda de capitán en el Inter, ¿qué significa para usted?
“Imagínese la responsabilidad. Además yo no soy el único colombiano que la ha portado. También lo hizo Iván Ramiro Córdoba. Él dejó la imagen de ídolo acá y por eso uno no puede ser inferior a los retos que le plantea este club”.
Antes de llegar al Inter usted jugó en el Granada español, ¿le sirvió como experiencia?
“No pude haber tenido otra mejor. Granada es un equipo con dificultades, pero eso al futbolista lo fortalece para entrenarse mejor, para querer superarse y que otros equipos se fijen en uno. Allí potencié mi nivel y mis ganas de salir adelante”.
Si le plantean escoger entre jugar la Copa América o los Juegos Olímpicos, ¿por cuál se decide?
“No es una decisión mía. Siempre tengo la disposición de ayudarle al país y creo que la determinación de los técnicos es la mejor para uno. Todo pasa por una razón y soy de los que no va en contra de la corriente. Ambos torneos tienen motivaciones especiales”.
¿Dónde se visualiza en unos años?
“Jugando la semifinal de un Mundial con Colombia. Ya hicimos historia en Brasil al llegar a cuartos, pero tenemos que intentar superar lo que se hizo. Hay los jugadores, la calidad y la determinación. Nos la tenemos que creer, somos muy buenos y por eso estamos en equipos grandes”.