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Por john eric gómez marín
Enviado especial Barranquilla
Desde que Carlos Bacca le anotó un doblete a Ecuador en la fecha 6 de estas eliminatorias para el triunfo 3-1 de Colombia, a los atacantes nacionales se les mojó la pólvora como se dice popularmente.
Los goles que consiguió Colombia posteriormente a ese partido fueron de defensores y volantes.
En esa sequía incidió mucho el estado físico de Falcao que casi siempre llegaba con molestias a la Selección, pero en la actual convocatoria el Tigre arribó otra vez como en sus mejores tiempos.
Tiene un comienzo de temporada excepcional con el Mónaco y, frente a Venezuela ya había mostrado sus intenciones goleadoras. Ayer, ante Brasil, le llegó el desquite y el festejo que tanto esperaba.
El delantero samario anotó el gol del empate frente a Brasil y lo hizo con una efectividad total, en la suya. Esa jugada en la que recibe el balón en el área y él siempre aparece para celebrar con su equipo.
El Tigre no marcaba un gol oficial con Colombia desde el 11 de octubre del 2013.
Por eso lo gritó con el alma, mirando al cielo y agradeciéndole a Dios por volver a retomar su mejor nivel.
Todos los colombianos se abrazaron, e incluso su esposa, Lorelei Taron, trinó inmediatamente un mensaje en twitter: “Dios trabaja a través de nuestro esfuerzo”, escribió.
El estadio al unísono le reconoció ese sacrificio, porque ese gol significó también una lucha especial que Falcao ha tenido durante tres años, después de su grave lesión para volver a ser llamado el mejor número 9 del mundo.
“Feliz por marcar y aunque nos hubiera gustado ganar, el empate es un resultado que nos permite seguir dependiendo de nosotros”, indicó el Tigre en la zona mixta al final del partido.
Falcao ha vuelto y en su mejor versión, por eso restan dos partidos, ante Paraguay y Perú, para que sea él, como en la eliminatoria al Mundial de Brasil-2014, el que le ponga el sello al pasaporte cafetero hacia Rusia 2018.
Pekerman encontró de nuevo a su goleador. El técnico argentino también sonrió y se abrazó con su grupo de trabajo, porque él conoce de cerca las vicisitudes que ha tenido el Tigre para llegar hasta acá.
Colombia recuperó en buena hora a su goleador histórico, que ya acumula 27 anotaciones y seguramente esa cifra seguirá creciendo