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El Estocolmo Arena de Suecia cuenta, como nunca antes, con una amplia custodia policial. Debido al atentado del lunes en Manchester, un efectivo de 2.000 hombres, dos helicópteros y carros blindados cuidarán la final de la Europa League, que se jugará hoy entre los históricos Manchester United y el Ajax FC, a la 1:45 p.m. de Colombia.
A pesar de las amenazas, estos dos elencos, que usarán brazaletes negros por los muertos en el concierto de Ariana Grande y han mostrado su solidaridad, buscarán el segundo trofeo de clubes más importante de Europa.
Ajax, que ya conquistó esta cita en 1991, tendrá la presencia de su defensor revelación, Dávinson Sánchez, mientras que Mateo Casierra no fue convocado para este compromiso.
El zaguero caucano de 20 años irá por su quinto título como profesional, el segundo a nivel internacional: dos Liga Águila, una Superliga y una Copa Libertadores hacen parte de su palmarés, todos conseguidos con Atlético Nacional.
Sánchez ha sido uno de los pilares de su club durante este torneo, al que el cuadro holandés accedió luego de caer en el repechaje de la Champions (el técnico rival, José Mourinho, criticó de modo vehemente este hecho), con 12 encuentros disputados, un 90% de efectividad en sus pases y un promedio de 11 recuperaciones por juego, relata la cuenta de Twitter oficial del certamen.
“Lo que pasó ayer en Manchester fue algo que a todos nos conmovió. De parte de los jugadores, el cuerpo técnico y todos en Ajax, me gustaría expresar mi pesar”, sostuvo en rueda de prensa Peter Bosch, técnico de los holandeses, sobre el matiz del encuentro.
Los ingleses, herméticos, no han dado pistas de lo que sería su nómina titular, pero sí han aclarado que irán con todo por el trofeo, no solo por el reconocimiento, sino por la clasificación a la Champions de la próxima temporada, a la que no irían por ser sextos en Liga.