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El mundo futbolero fue testigo este martes del barrio - potrero dirían los argentinos - que lleva consigo un zurdo menudo y temperamental oriundo de la comuna 13 de Medellín.
Corría el minuto 39 del primer tiempo cuando Juan Fernando Quintero se inventó esa genialidad. El # 20 de Colombia se adueñó del balón, respiró profundo, cobró rastrero y desconcertó a los japoneses que vieron como el balón burlaba a ras de piso el mar de piernas de la barrera.
Ese gol, inédito hasta ahora en la historia de los mundiales, tiene por lo menos dos antecedentes con el mismo volante creativo como protagonista.
Ambos ocurrieron durante el 2017, en el estadio Atanasio Girardot, cuando el popular Juanfer defendía los colores de Independiente Medellín.
El primero de ellos fue en marzo en una noche en la que el DIM recibía como local al Deportivo Pasto. El rojo ganaba 3-1 y a Quintero, hoy en River Plate de Argentina, se le ocurrió cobrar de igual manera:
Cuatro meses después llegó una jugada similar, en un duelo ante el Cortuluá, en el que Quintero volvió a burlar a la barrera con esa particular manera de ejecutar las faltas directas.
El resultado fue el mismo que el acontecido esta mañana en el estadio de Saransk: un grupo de rivales alineados que saltan y un balón que les roza las suelas de los botines y que termina dentro del arco. Luego varios compañeros lo abrazan para agradecerle:
Quintero se convirtió además este martes en el primer jugador colombiano en marcar gol en dos mundiales consecutivos. Al que anotó a Costa de Marfil en Brasil 2014 le sumó esta pintura que sorprendió a muchos, menos a los que tuvieron - tuvimos - el placer de ver destellos de su talento con el DIM, Nacional o Envigado.