viernes
7 y 9
7 y 9
En las tribunas del estadio Sausalito, en el que se disputó el duelo de cuartos de final de la Copa América entre Argentina y Colombia, había un personaje que llamaba la atención.
Se trataba de Iván Bam Bam Zamorano, ícono del fútbol chileno y del Real Madrid español. Sin perderse la contienda, sacó tiempo para hablar de Colombia, su vida (tiene 48 años) y sus metas, ya que quiere ser entrenador.
¿Cómo analiza la participación de Colombia?
“Se esperaba un poco más por lo que mostró en el Mundial, pero sé lo difícil que es disputar una Copa América y, sobre todo, esta que tuvo mucha paridad. Es un equipo que, como demostró ante Brasil, puede hacerle daño a cualquiera. Los veo con algo de altibajos, porque deben reemplazar a algunos jugadores que cumplieron su ciclo. Ya en cuartos de final les tocó Argentina y con mucha lucha los llevaron a los penaltis. Sigue siendo un buen equipo”.
¿Qué opina del técnico José Pekerman?
“Se nota que es un entrenador con grandes aspiraciones, que conoce muy bien al equipo y es consciente del potencial que todavía Colombia puede entregar”.
Usted jugó en el Real Madrid. ¿Ve a James Rodríguez como líder en ese equipo?
“Es un jugador fantástico. En la Copa América no mostró todo su potencial, pero los mejores jugadores de la historia no siempre jugaron bien. La afición del Madrid lo quiere y sus compañeros le creen. Es un líder más dentro de un elenco que tiene muchos líderes”.
¿Qué recuerda de su época como jugador?
“Parece que fue ayer que estaba jugando en el Real Madrid y ya pasaron 20 años. Ese club marcó etapas importantes en mi vida y mi carrera. Me hizo darme cuenta de que con ansias de superación todo en la vida es posible. El Real representó mucho para mí y me sentí honrado de jugar allí”.
¿Alguna anécdota puntual?
“Una vez en un entrenamiento Jorge Valdano, que era el técnico, se metió a jugar con nosotros y yo fui a recuperarle el balón con fuerza y por poco lo lesiono. Ese día me preguntó: ‘jugás así porque odias al técnico o siempre entrenas así’. Creo que fue en ese momento cuando se dio cuenta de mi determinación y lo mucho que quería ser titular de ese equipo”.
En 1991 le tocó jugar una Copa América en Chile, ¿qué significado tiene ser local?
“Este es un campeonato que queremos jugar todos. Es el más importante del continente. La Copa del 91 la vine a jugar e intentamos transformar la presión de ser locales en una fortaleza. El apoyo del público nos levantó y nos llevó a ganar partidos importantes. No pudimos ganarla, pero hicimos una gran participación”.
¿Cómo analiza esta nueva generación de jugadores?
“Siempre se dice que la época en la que se está es la mejor. En la mía había una generación de futbolistas muy parecida a la actual. Un grupo ganador, con entrega, lucha y generosidad. Hoy en día hasta Venezuela tiene eso”.
¿Le hubiera gustado jugar en esta época?
“Fui feliz en la generación que me tocó. La pasé muy bien, jugué Eliminatorias, Copa América, Mundial, Olimpiadas y, sobre todas las cosas, entregué el máximo y estoy muy agradecido de la etapa que viví”.
¿No hay muchos números 9 como usted?
“Lo que pasa hoy en día es que los centrodelanteros están en extinción, porque el fútbol ha cambiado mucho y deben salir de su zona. El gran número nueve de la actualidad, para mí, es Falcao pese a que aún no está en su mejor estado de forma. Otro que me gusta mucho es Carlos Bacca, él está en un segundo renglón”.
¿De qué equipo es hincha?
“Del Colo Colo. Mi hijo, Ivancito, también es fanático del Cacique, después le gusta Real Madrid y Boca Juniors, por su mamá. En mi casa primero es Chile y después viene Argentina (risas)”.
¿El jugador de hoy posee patriotismo?
“Sí, hoy todas las selecciones tienen ese espíritu y uno lo nota. Los partidos se ganan desde el vestuario, desde que cantan el himno. Los equipos tienen esa generosidad y ese sentido de pertenencia”.
¿Por qué tantas estrellas en el fútbol pierden la humildad?
“Tiene que ver con los valores que te inculquen en casa, con las bases sólidas que tengas para lograr metas y objetivos, con la sencillez y la humildad de siempre. Soy agradecido del fútbol, pero si no hubiera tenido esa humildad a lo mejor hubiera pasado plano”.