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Después de más de tres décadas de ausencia, Perú se ilusiona con volver a un Mundial.
Las esperanzas se sustentan en su veterano trío de delanteros conformado por Paolo Guerrero, Claudio Pizarro y Jéfferson Farfán. También un renovado grupo de figuras como Luis Advíncula y Christian Cueva. Todos orientados por Ricardo Gareca, el argentino que dirigirá su primera eliminatoria tras un inesperado tercer puesto en la Copa América de Chile, repitiendo la actuación de hace cuatro años.
Aunque ese certamen no es garantía para salir victorioso en las eliminatorias, la presentación sirvió para despejar el pesimismo. Un reciente sondeo de la firma Ipsos reflejó un apoyo de 91% al Tigre Gareca, quien asumió las riendas en marzo.
El estratega afirma que se debe “dejar de mirar para atrás”. El pasado es una acumulación de 8 fracasos consecutivos en eliminatorias que poco más de dos decenas de entrenadores no han podido modificar a partir de la participación en el Mundial de 1982, que cerró el ciclo de la generación encabezada por Teófilo Cubillas.
Gareca está convencido de que la Blanquirroja “llegará mejor de lo que llegamos a la Copa América”. Su esquema táctico dinamizó en sus ocho meses de trabajo el juego corto a ras del piso, la presión al rival y la posesión del balón. En los recientes amistosos cayó 2-1 con E.U. y empató 1-1 con Colombia.