viernes
7 y 9
7 y 9
En la película de 1933, dirigida por Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack, King Kong es adorado como un dios por los habitantes de Isla Calavera y hasta obtiene una hermosa mujer.
Caso similar vivía Argentina hace cinco meses: un monstruo imponente con un tipo que adoran como a un dios (Messi) y que siempre estaba cerca a las más bellas: finales de mundiales y copas América.
Pero un director de cine quería hacerse famoso y, a punta de gases-bombas, logró sedar a King Kong y enjaularlo para exhibirlo ante el enloquecido público neoyorkino.
En este caso, el director de cine es la misma Asociación de Fútbol Argentino (AFA), cuya situación (ver anexo) ha generado una crisis institucional tan insostenible que el mismo combinado se encerró en una jaula de malos resultados.
“Es frustrante ver a Argentina así, el no haber podido ganar tres finales, toda la expectativa que hay y, sobre todo, la presión han hecho que se vea mal. Todo esto se debe al momento de la AFA y hace que Edgardo Bauza, que es un buen entrenador, esté muy expuesto a la crítica”, opina Óscar Héctor Quintabani, director técnico.
Precisamente, tras la salida inesperada de Gerardo Martino (doble finalista de América), Edgardo “El Patón” Bauza se convirtió en el cerebro de ese monstruo que está aporreado. Y con dos derrotas, dos empates y una sola victoria, se sedó al mono enorme que parece alejado de la mujer hermosa: la Copa Mundial, de la que es sexto, con 16 puntos, a uno del repechaje, que hoy lo tiene Ecuador. “Si desde la institución no hay respaldo, por más hombres buenos que tengas, no se va a responder. Tiene jugadores muy buenos, pero dan al traste por la situación que los cobija”, señala Luis Alfonso Fajardo, exjugador de fútbol.
Todos esos problemas futbolísticos y sicológicos han provocado que el público no se vea expectante, como sucedió con la bestia del cine, sino que ha reaccionado furioso y ha ayudado a generar esa situación que tiene el personaje, que está atado y parece dócil, pero que puede despertar con furia.
“Algo no está funcionando internamente, hubo un cortocircuito entre técnico, público y periodistas que no ayudan a una Selección que tiene mucha presión. Solo espero que, el martes (6:30 p.m.) ante Colombia, no se despierte”.
La Tricolor visitará la jaula de King Kong. Puede ser ese espectador que admire la majestuosidad y haga un turismo provechoso (sacar puntos en San Juan) o puede ser devorado por esa bestia que despertaría con una rabia contenida, saldría de sus cadenas y se acercaría a la musa deseada: Rusia-2018.