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El argentino Germán Ezequiel Cano, al lado de Carlos Bejarano, Vladimir Marín y Christian Marrugo son señalados por los hinchas como los pilares para buscar la hazaña del Poderoso hoy en Bogotá.
Por eso algunos seguidores, como si le estuvieran escribiendo una carta al Niño Dios pidiéndole el regalo más deseado en esta Navidad, se atrevieron a enviarles mensajes para que no bajen los brazos y dejen el alma en la cancha del estadio El Campín este domingo.
Cano, el capitán, a quien muchos llaman el Matador, se convirtió en el referente, el hombre de los festejos (suma 16 tantos), en la gran ilusión de la fanaticada. Su entrega y buen fútbol lo hicieron ídolo, calificativo al que responde con goles y categoría.
Hecho futbolista en Lanús, elenco argentino en el que su mamá trabajaba como empleada, Cano también destaca también el aporte que tuvo en su formación su padre, zapatero de oficio y a quien muchas veces le ayudaba para cumplir con las obligaciones económicas de la casa.
Germán, algunos jugadores se tomaron un descanso antes de la final y usted no lo hizo, ¿por qué?
“Siempre quiero jugar todos los partidos, nunca me quiero salir. Vivo con la idea de aportar lo mejor al este equipo que me acogió”.
¿Independiente del desenlace de este torneo, es el mejor momento de su carrera?
“Sí, he pasado momentos buenos y malos, y ahora es de pura felicidad, de mucha alegría. Veníamos de hacer malas campañas, de no entrar a los cuadrangulares y aún tenemos la oportunidad de alcanzar el título. La gente está contenta y disfruta igual que nosotros. Es un periodo muy lindo que aprovecho al máximo. Dios me retribuye muchas cosas como es jugar una final”.
¿En este semestre hemos visto al verdadero Matador o le falta más para dar?
“Siempre quiero dar más. Tengo cosas por mejorar y corregir y por eso me esfuerzo al máximo para dar todo por el equipo, creo que lo he reflejado en la cancha con el apoyo de todos mis compañeros. Hemos vivido un momento único este semestre”.
Muchos aficionados y periodistas lo tildan como el mejor jugador del campeonato, ¿qué opina de ese concepto?
“Es lindo que la gente hable bien de vos. Trato de hacer lo mejor para el equipo y afuera lo reconocen, eso me llena de confianza para seguir creciendo como persona y como profesional del fútbol. Hay que aprovecharlo, disfrutarlo porque son cosas que no se viven todos los días, estoy muy feliz”.
¿Qué pasa por su cabeza cuando el público corea su nombre en el estadio?
“Me da escalofrío, se me pone la piel de gallina. Son instantes únicos que no puedo expresar con palabras, solo con sentimientos que busco expresar en los partidos. Aprovecho para agradecerle a la gente que me canta y me apoya”.
¿En realidad el DIM si es el equipo de su vida?
“Le he tomado mucho cariño a esta institución, la quiero demasiado. Siempre estará en mi corazón, me vaya o no en el futuro. Aquí estoy tranquilo, feliz y mi sueño es salir campeón y quedarme para la Copa Libertadores del próximo año en caso de alcanzar la clasificación”.
¿Quién está a su alrededor que lo mantiene motivado?
“Primero está mi familia, mis allegados, mi representante, son personas que estuvieron pendientes de mí en las malas, cuando la lesión que me impidió jugar la final del Finalización de 2012, y ahora hacen presencia. Disfruto de ellos en todo momento, así algunos estén lejos”.
¿Le gusta que la fanaticada le diga Matador?
“Sí, me encanta. Matador o Goleador, eso significa el cariño de la gente y yo trato de devolverles todo ese respaldo con goles”.