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Los hinchas del Independiente Medellín agotaron la paciencia que les pidió el técnico Octavio Zambrano, porque la Liga avanza y el equipo ajusta seis fechas sin ganar, a lo que se suma que la idea de juego, que en un inicio era llamativa y agradable, se viene deteriorando.
El conjunto rojo encarará el encuentro ante Patriotas en medio de los rumores de una semana en la que se mencionó la salida del entrenador ecuatoriano, y en la que el empate, 2-2 con Santa Fe, dejó al equipo con la soga al cuello.
Los jugadores del plantel dicen estar unidos para este desafío y seguros de que van a clasificar a los cuartos de la Liga Águila-2.
Referentes como David González y Germán Cano han salido a dar la cara y los juveniles a los que les han dado la oportunidad, también dicen querer hacer parte de la solución a la crisis de resultados.
Hoy las palabras quedan atrás y Medellín solo tiene una opción: ganar para poder empezar a edificar su clasificación a la próxima ronda.
“Entiendo a los hinchas y en esto del fútbol hay que aprender a convivir con eso, si los resultados cambian en la cancha la opinión de ellos también”, dijo Zambrano ayer antes de viajar a Tunja.
Mientras que Cano, quien oficia como capitán del club y que ha marcado 10 de las 13 anotaciones que tiene el Medellín, aseguró que se prepararon a conciencia para vencer al conjunto boyacense.
“Son finales, de acá al final no hay margen de error, nos preparamos bien y entrenamos con la mente puesta en ganar, en sumar la mayor cantidad de puntos”, dijo el goleador argentino.
Mientras que Andrés Ricaurte, otro de los que la afición saca en limpio en el presente proceso, indicó que es imperiosa la victoria.
“Necesitamos ganar para que esto cambie, la confianza regrese y todos estemos más tranquilos. Eso lo vamos a buscar ante Patriotas” .