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Aunque parezca extraño la decimosexta estrella de Atlético Nacional le vino bien al DIM y a sus aficionados y no solo por la posibilidad de pegarse de la celebración ajena.
El título del rival de plaza, que se concretó el domingo luego de una contundente goleada, ubicó a Independiente Medellín como el gran candidato para obtener el cupo a Libertadores que se le otorga al mejor en la tabla de reclasificación.
A falta comenzar el torneo del segundo semestre del año, los dirigidos por Juan José Peláez suman 45 puntos en la tabla de reclasificación y aventajan por cinco y siete unidades, respectivamente, a sus inmediatos perseguidores: Cali y Millonarios. Esto a pesar de disputar menos encuentros que ambos equipos que lograron avanzar más allá de los cuartos de final del Apertura colombiano.
Por tal motivo una buena campaña de Independiente Medellín en el todos contra todos, tal como fue la del primer semestre del año en la que sumó 42 puntos en 20 partidos, prácticamente le aseguraría el cupo en el torneo de clubes más importante del continente para el 2018.
El panorama, de haberse consagrado campeón el Deportivo Cali, hubiera sido diferente porque el cuadro azucarero se hubiera quedado con el cupo de Libertadores por ser campeón y Atlético Nacional habría quedado con 59 o más puntos en reclasificación: líder absoluto en este rubro y a 14 unidades por encima de Independiente Medellín.