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A sus 53 años, siete de ellos como entrenador de la rama profesional, el tolimense Hernán Torres Oliveros disputa su tercera final en el fútbol colombiano. Perdió una dirigiendo al Tolima en 2010-2 ante Once Caldas y ganó otra con Millos en 2012-2, precisamente ante el equipo que orienta hoy y al que le profesa gran amor porque en este club fue arquero en su etapa como futbolista.
Su asistente Darío Chusco Sierra, que estuvo con él en el conjunto azul en el Finalización de 2012, asegura que “el Profe siempre está tenso, pendiente de todos los detalles del partido porque esta es una profesión que exige y no le permite a uno se relajarse”.
Torres, que llegó al Medellín en febrero de este año y no alcanzó a clasificarlo a las semifinales del Apertura (ocupó le puesto 11), conservó la base y se reforzó con hombres de experiencia que le permitieron redondear una gran campaña en el segundo semestre, pasando las dos primeras rondas de manera anticipada. Exigente en su trabajo, logró acoplar un plantel que muestra unión y compromiso.
Con Torres, el Medellín logró identidad en su fútbol y se convirtió en un elenco ofensivo y eficaz. No en vano, con 40 goles, es el de más festejos.
La defensa es quizás la zona más débil, pero los progresos de Andrés Mosquera, Hernán Pertuz y Carlos Valencia, y la experiencia de Vladimir Marín, le dan seguridad. El duelo de esta noche será el 37 de Torres con los rojos y trabajó para ganar.