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Era un niño tan inquieto que, algún día, su madrina Emperatriz le recomendó a Rosalba, la madre de Juan Carlos Díaz, que lo metiera a entrenar bicicrós para que encausara sus energías.
A los cuatro años, Juan Carlos ya le había quitado las rueditas laterales a su bicicleta y rodaba en la pista de bicicrós del Polideportivo Sur de Envigado.
El patio de su casa era el escenario predilecto para sus locuras. Poner obstáculos y sortearlos, picar la bicicleta o hasta imaginarse carreras, las actividades que lo llenaban.
Gracias a esa picardía que nació con él fue que empezó a destacar, desde pequeño, en las diferentes competencias en las que se instalaba en las posiciones de adelante.
“Siempre he amado la adrenalina y me ha gustado mucho hacer locuras en la bicicleta”, cuenta el corredor que hoy tiene 19 años.
En todo ese proceso, y con la ayuda de sus papás, se ha dado cuenta de que todos sus esfuerzos los quiere enfocar en el deporte. Tanto que su carrera profesional es Nutrición Deportiva.
“Siempre me ha gustado comer sano y me he interesado por la alimentación, y aproveché esto para hacerlo complementario con el deporte que practico”.
Con la alimentación, la mente y el espíritu al servicio del BMX, Juan Carlos enfrenta hoy el reto del Internacional de las Luces, que se disputa en Medellín.
Precisamente, esa competencia le ha traído buenos réditos puesto que, en 2014, fue el ganador de la categoría júnior (16-18 años).
“Yo creo que lo primordial es tener los pies sobre la tierra, tener paciencia, constancia, disciplina y, ante todo, ser consciente de que los años traen la experiencia necesaria”, expresa el bicicrosista.
Ese mismo pensamiento le ha servido para afrontar su primer año en la élite y se ha dado cuenta de que no existe la misma facilidad para triunfar como lo hacía en las edades anteriores.
Hoy se prepara para dejar en alto el BMX paisa y nacional ante el mundo.
Laura Arango tiene 15 años y es una apasionada por el bicicrós. Claro que se podría considerar que es una goma nueva, pues no arrancó como la mayoría, a los 5 o 6 años, sino que apenas lleva cinco montando sobre las duras pistas. Enamorada de los dibujos, esta estudiante de grado décimo del colegio Los Cedros, quiere empezar a estampar su nombre en el bicicrós. “Sé que es un proceso duro, pero estoy dando lo mejor de mí en estas competencias”. En el Internacional de Las Luces figuró en la segunda posición de 15 años damas.