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Mario Alberto Yepes extraña estar en Selección, pero no se arrepiente de haber tomado la decisión de retirarse del Seleccionado tras el Mundial de Brasil-2014. Hoy, se mantiene vigente en el fútbol con el San Lorenzo de Argentina y es una voz autorizada para hablar de la Selección.
Hizo parte del último juego entre Colombia y Perú por Eliminatorias en Barranquilla y tiene recuerdos vívidos de aquella tarde en la que la Tricolor venció 2-0 a los peruanos.
“Teníamos una energía especial, en Baranquilla empezamos a alimentar esa ilusión de poder regresar a un Mundial y ese día, muy rápido, nos fuimos adelante en el marcador”.
No se equivoca el excapitán del seleccionado, porque a los 10 minutos derribaron a Camilo Zúñiga en al área y el árbitro decretó penalti.
“Falca cogió el balón lleno de confianza, cobró muy pegado a uno de los palos. Sufrí porque vi que el portero de ellos casi llega, pero Radamel estaba derechito y celebramos el primer gol”.
Recuerda Yepes que había una intensa humedad, que incluso los afectaba a ellos.
“Solo los que hemos jugado en Barranquilla sabemos lo que se experimenta cuando se compite en la cancha.
“Estábamos terminando el primer tiempo como si hubiéramos jugado dos partidos, el cansancio era extremo, pero apareció Pablo (Armero). Él corre a la misma velocidad todo el partido, es incansable y con esa actitud contagia. Cogió el balón y lo tiró al área. Ellos esperaban que apareciera Falcao, pero el que sorprendió fue Teo y nos fuimos al camerino ganando 2-0”.
Según el zaguero, allí retomaron fuerzas con palabras de ánimo: “la charla del profe fue muy beneficiosa. Nos indicó que sabía que estábamos sufriendo por el calor, pero que Perú sufría más y que si no tenían el balón para el segundo tiempo iba a ser muy difícil que nos descontaran”.
“Después, varios hablamos de lo que debíamos hacer y que mantuviéramos lo que habíamos hecho bien en la primera parte”.
Agrega Yepes que la energía de todo el grupo y de la gente en la tribuna era la misma: “todo un país tirando para un mismo lado, una gran familia buscando un mismo objetivo”.
Colombia salió para la segunda parte convencido de que Perú se la jugaría toda por descontar. No obstante, una cosa es lo que se piensa y otra lo que realmente se puede hacer en una plaza tan difícil.
“Nosotros tuvimos la pelota, empezamos a hacer cambios de frente y ellos eran los que más corrían. A los 15 minutos ponían las manos en la cintura y en vez de buscar hacernos un gol, se refugiaron atrás para que nosotros no ampliáramos la diferencia”.
Yepes recuerda que, al final del partido, regresaron al camerino con una gran sonrisa. “Todos nos abrazamos, le dimos gracias a Dios, porque además del resultado no hubo lesiones importantes. Fue uno de esos días en los que te levantas con pie derecho y todo te termina saliendo bien en el trabajo y en tu casa”.
El capitán tricolor dijo que ese triunfo siguió materializando la ilusión. “Perú era un rival con grandes jugadores, un equipo que siempre juega bien y es difícil para cualquier rival y esa tarde nosotros fuimos superiores sin dejar dudas, mantuvimos el cero en defensa”.
“Todos los partidos que jugué con Colombia fueron especiales, pero los triunfos que conseguimos antes del Mundial en Barranquilla nos impulsaron a cumplir el sueño que teníamos todos. Ojalá en el arranque de este nuevo camino mundialista Colombia lo repita en 2018”.