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Muriel marcó gol en la victoria del Sevilla ante el Espanyol

  • Luis Fernando Muriel anotó en el minuto 90 del partido. FOTO EFE
    Luis Fernando Muriel anotó en el minuto 90 del partido. FOTO EFE
20 de enero de 2018
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El Sevilla puso fin a su racha de cinco partidos de Liga sin ganar ante un impreciso Espanyol (0-3), en el RCDE Stadium, gracias a su gran efectividad en la primera mitad, con dos goles de la mano de Vázquez y Sarabia, antes de que Muriel pusiera la cereza en el pastel en el minuto 90.

El encuentro empezó con un guión distinto. Los de Montella arrancaron con problemas para combinar. El Espanyol tenía más control del juego y disfrutó de las primeras ocasiones. En el minuto 12, Gerard Moreno no llegó por poco a un centro desde la izquierda de Dídac Vilà. Los catalanes se encontraban cómodos en el césped.

De todos modos, cuando parecía que el cuadro visitante estaba un peldaño por debajo, una contra lo cambió todo en el minuto 14. Diego López paró el primer disparo de Correa, que con gran habilidad regateó a la defensa, pero Vázquez estuvo atento al rechace y el portero gallego ya no pudo evitar el 0-1.

El Sevilla sacaba ahora, con el Espanyol con más espacios, su versión más competitiva. Buscaba el segundo con insistencia: en el 22, Muriel firmó un latigazo desde la frontal que se fue desviado por poco, pegado al poste derecho. No eran buenos momentos para el anfitrión.

Los argumentos ofensivos de los blanquiazules se limitaron a un tiro lejano de Fuego a la media hora y a alguna carrera por la banda que cortó con efectividad el rival.

Los saques de esquina parecían las mejores bazas de los pericos, aunque el ataque de Quique Sánchez Flores era inocuo.

El Sevilla, en cambio, era todo efectividad. Una jugada individual de Sarabia superó a Fuego y a Hermoso y acabó con un disparo a la escuadra imparable para Diego López en el minuto 34. El madrileño ya le ha marcado cuatro tantos al Espanyol en su carrera deportiva: es uno de sus rivales favoritos.

El anfitrión estaba nervioso e impreciso en los compases finales previos al descanso. En la reanudación, Quique dio entrada a Sergio García para dinamizar el ataque. Lo consiguió pronto, con dos ocasiones prácticamente consecutivas, aunque sin fortuna en ninguna de ellas.

En la primera, Leo Baptistao, a portería vacía, envío a la grada el balón después de una gran jugada y un centro de Gerard Moreno. Falló la puntería ante el murmullo de la grada. En la segunda, el intento de Sergio García se fue cerca del poste. Prácticamente toda la actividad estaba en el campo del Sevilla, aunque sin noticias.

Los de Vincenzo Montella, por su parte, disfrutaban de una cómoda ventaja y habían bajado el ritmo. No corrían riesgos innecesarios, calculaban sus llegadas, ahora escasas, y protegían sus espacios. La defensa andaluza estaba muy bien posicionada y apenas dejaba margen de maniobra al Espanyol, que insistía en buscar su primer gol.

El partido se iba agotando. La intensidad bajaba a medida que avanzaba el reloj, con una remontada cada vez más utópica para el Espanyol y una alegría más cercana para el Sevilla. Pese a los últimos coletazos del conjunto local, la tranquilidad fue absoluta para los andaluces.

De hecho, cuando los de Quique Sánchez Flores acosaban el área visitante, llegó el mazazo definitivo que aceleró la salida de la afición del estadio: gol de Muriel en el minuto 90, que doblegó a la defensa blanquiazul con facilidad y superó a Diego López.

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