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Monetti, Vargas o arquero nuevo, el dilema de Nacional en el arco
A las dudas que dejaron Vargas y Monetti se suma la polémica de la venta de Camilo Vargas.
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Entre Fernando Monetti y Christian Vargas, Nacional recibió 44 goles en 2018 en 62 partidos. A su lado, Juan David Ramírez, arquero en formación de 21 años. FOTO juan antonio sánchez
17 de noviembre de 2018
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Cuando Franco Armani dijo adiós era casi una certeza que tras la ruptura el arquero argentino encontraría la estabilidad más pronto que Nacional.
Y así fue; Armani está a una semana de conseguir su segunda Copa Libertadores mientras que el arco verdolaga cerró la temporada con un balance mucho más que inquietante.
Christan Vargas, quien relevó en el puesto a Fernando Monetti, terminó el año con 28 partidos y 24 goles recibidos. En el aire, quedó la sensación de que el portero pereirano de 28 años carece de elementos para ser el guardavallas determinante que necesita un equipo como Nacional.
Monetti, por su parte, quien concluyó su primer año con el elenco paisa con 34 juegos y 20 goles en contra, pareció no reponerse de los yerros de la final contra Tolima y en los juegos posteriores fue amplificando sus propias dudas y las de la afición.
Acerca de los dos casos el exportero verde Milton Patiño considera que el juicio de la afición es severo. En el caso de Vargas porque le tocó asumir con valentía un momento difícil del equipo y el de Monetti porque, señala, le cobraron errores descontextualizados que hicieron mella en su confianza.
“El peor error es exigirles que resuelvan siempre como resolvían Armani, René Higutia, Raúl Navarro, Miguel Calero. Lo que necesitan es cordura de la afición, mientras al interior del club trabajamos con ellos para que puedan responder de una forma acorde a la historia que dejaron esos grandes”, dice.
Y recuerda el caso de David Ospina, de quien asegura no habría logrado surgir como lo hizo si no hubiera tenido el respaldo a pesar de varios errores que cometió.
El arco verde es un puesto históricamente difícil. Ejemplos abundan, pero puede ilustrarse con casos: el de Luis “Neco” Martínez y el de Camilo Vargas.
El primero solo pudo disputar 54 juegos con la camiseta verdolaga en tres años. Fue una relación tortuosa entre club y jugador, pues a pesar de tener durante ese tiempo el nivel para ser uno de los mejores arqueros colombianos y de ser inicialista y figura en los títulos de Copa Colombia y Liga-2 de 2013, jamás pudo encontrar el ritmo suficiente para sostenerse y triunfar.
El de Vargas es un caso complejo. Aunque llegó a Nacional en 2014 a cambio de un millón de dólares por sugerencia directa de Juan Carlos Osorio, quien declaró en ese momento que el club hacía una gran inversión, Camilo podría ser vendido en menos de US$ 300.000 al Cali, que haría efectiva la compra dentro de 15 días.
De nada valió que Vargas haya sido convocado al Mundial de Rusia ni que sea el mejor portero colombiano de la temporada. Si lo vende, el cuadro verde perderá US$ 175.000 por año de la inversión que hizo por Vargas.
Factores que desencadenaron al situación son muchas: la presencia de Armani, la apatía de Vargas y impaciencia de una afición a la que cada vez más le cuesta mantener la paciencia.
La dirigencia no ha confirmado si traerá un arquero. Pero sea cual fuera la decisión, la cordura de la afición debe primar mientras quien asuma la responsabilidad en 2019 “coge espalda” como se dice y se blinda a base de aciertos.
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