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Hay que tener hasta un grado de demencia para hacer recorridos de hasta 52 horas. En eso coinciden María Isabel Trujillo y Juan Guillermo Correa, pioneros de las carreras de montaña en Antioquia y el país, y para quienes planificar día a día cuál será la próxima aventura es su razón de ser. Casi una religión.
María Isabel se “cansó” del triatlón, disciplina en la cual fue campeona nacional varias veces para dedicarse a la escalada, la travesía y el montañismo. Juan Guillermo copió de los europeos su gusto por las caminatas y después de nueve años en Bélgica, regresó a Colombia y se dedicó a recorrer los páramos colombianos. Ella tiene 52 años y él 57. Hace 22 se reparten el tiempo en la Escuela Altitud Aventura y desde hace 31 le dan a los deportes extremos y de aventura, principalmente el montañismo.
“Cada día nos levantamos pensando y planeando la próxima aventura. Nunca hemos parado durante todos estos años, porque nos apasiona lo que hacemos. Mucha gente no sabe lo que se pierde dejando de conocer sitios tan lindos, como los que tiene Colombia, caminando por sus diferentes páramos”, cuenta Correa.
“Juan ha sido más atrevido, él -incluso-, hizo solo el recorrido del Parque de los Nevados, donde caminó más de once horas y media. Eso no es nada fácil y requiere de una muy buena preparación”, agrega María Isabel.
Ambos recuerdan las inclemencias que sufrieron en Malí, a donde fueron a una prueba de resistencia. Pero, diez años después, no se cansan de repetir que disfrutaron al máximo esa experiencia. “Él estuvo con una gripa muy intensa dos días antes de la carrera y padeció mucho. Tuvo que parar en los sitios de apoyo; en uno, él se quedó y yo seguí. Nos encontramos al siguiente puesto de control y yo me puse a llorar al verlo en las condiciones que estaba, y yo haberlo dejarlo. Ahí decidimos que la carrera la terminábamos juntos o nos retirábamos juntos. Llegamos después de 52 horas de caminar. El ganador hizo el recorrido en 22 horas y la vencedora en 32”.
Cuando hablan de carreras, travesías y montaña, ambos se emocionan. Y así muchas personas piensen ¿de qué vale tanto sufrimiento?, “ese placer solo lo siente quien practica este deporte”, recalca Correa.
En ellos son normales los morrales, las gorras, los guantes, poca comida, líquidos y mientras menos cosas se echen a la espalda mucho mejor, porque el peso es el mayor enemigo en esta clase de disciplinas.
Lamentan que la gente vaya más al mar que a la montaña y que practiquen más el deporte en cemento que respirar aire puro.
“En carreras de travesía y montañismo es muy normal que se vivan crisis, por los grandes esfuerzos físicos a los que estamos sometidos en más de 10 horas de continuo caminar. Hay carreras en que a veces los calambres no dejan, pero todo es mental. En deportes de aventura y extremos, trabaja bastante el cerebro.
Es la idea de no dejarse vencer y terminar lo que se comienza, porque en el monte solo hay dos caminos: se termina el trazado o se devuelve”, expresa Juan Guillermo, para quien la edad es igual, algo mental.
“Puede ser que en competencias cortas o de potencia, los jóvenes nos dobleguen, pero en carreras largas y de aliento, difícilmente nos superan. Tenemos la capacidad mental para aguantar el sufrimiento”, anota.
Y cuando es hora de competir, hacen un entrenamiento juicioso, por lo general, tres meses antes de cada carrera. “Es la mente la que nos mantiene jóvenes”, coinciden y agregan que “antes nos ha hecho más fuertes”.
María Isabel Trujillo y Juan Guillermo Correa están en la tarea de planificar la próxima aventura, que es una travesía por La Guajira. Sueñan con salir desde Castilletes hasta el Cabo de la Vela; sin embargo, él espera que María Isabel le celebre sus 58 años con un regalo especial: una travesía por el Parque Nacional del Cocuy, que está a unos 5.300 metros de altura.
Ambos son ejemplo de disciplina y fortaleza pese a que ya cruzaron los 50, edad que, inexplicablemente para muchos, es como si les pusieran una lápida. “Nosotros invertimos el tiempo en algo sano y saludable como el deporte y ahí no importa tanto la cédula, solo la mente” ..