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Daniel voló 185 km en una cometa
El aladeltista antioqueño establece récord de vuelo en distancia entre dos puntos. Aspira a los 200 kilómetros.
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Daniel Vélez Bravo lleva 21 años volando y todavía no le ha perdido el gusto a hacerlo. Es más, su cometa es su mayor satisfacción, máxime en vuelos de largo calibre. FOTO cortesía Daniel Vélez B.
La cuerda que parece tener Daniel Vélez Bravo y que suelta cada vez que quiere, rinde que da gusto, como dice el comercial. Su más reciente aventura en el aire así lo certifica: hizo un vuelo de 185 kilómetros.
“Es un gran orgullo, pero sé que a esta hora hay muchos colegas que están pensando en quitarme ese récord”, cuenta el abogado de profesión y quien, justamente, con un registro nacional de vuelo de distancia entre dos puntos en línea recta, emprendió el año atlético.
La nueva hazaña la cumplió, el pasado fin de semana, en un vuelo que se antojaba loco y sin posibilidades pero que, con paciencia y algo de fortuna, logró culminar en forma exitosa entre Apía -norte del Valle del Cauca- y La Pradera -al sur y muy cerca de Palmira-.
Fueron 6 horas y 6 minutos de viaje para echarle borrón y cuenta nueva al récord nacional de la distancia que él mismo poseía, en ala delta, desde febrero de 2010 cuando realizó un vuelo de 171,4 km entre Roldanillo y Santander de Quilichao.
Y eso parecería nada frente al récord mundial que posee el estadounidense Dustin Martin, con 761 kilómetros sobre el cielo de Texas, desde el 3 de junio de 2012 (11 horas y media en el aire). Sin embargo, lo de Vélez Bravo es un hecho de trascendencia, porque en Colombia apenas se están descubriendo corredores aéreos ideales para este tipo de vuelos y porque no son muchos los pilotos de ala delta.
“Es más divertido no tener el récord, porque vas a tener el aliciente de romperlo todo el tiempo”, le comentó Martin en algún momento a Vélez. Y éste le replicó: “No me importa Dustin, yo quiero mi récord”.
Lo que ocurre, según el antioqueño que ya lleva volando 21 años, es que un récord no se busca, se da cuando el clima quiere. Y el del pasado fin de semana no era el día ideal, según Vélez, porque el cielo estaba totalmente azul, no había nubes.
“Es un indicativo para un buen vuelo. Cuando no hay nubes nos toca tener más suerte para hallar las térmicas”. Y eso le sucedió. “Tratando de encontrar un nuevo ascenso me quedé sin altura; hubo un momento que estuve a punto de caer y... afortunadamente con paciencia y ya casi a ras de suelo, volví a ganar altura para moverme más adentro de las montañas y lograr una térmica que, finalmente, me llevó a completar este récord”.
Vélez Bravo ya parece haber dejado atrás el logro. Ahora piensa en un vuelo de 200 kilómetros y seguro lo logrará algún día .
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