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El 2017 de Diexe Molina ha sobresalido como uno de sus mejores temporadas, a pesar de contar con inconvenientes para sus temas de preparación a lo largo del año.
“Como una buena cantidad de deportistas de la región, tuvimos los problemas de apoyo de Indeportes, pero eso no fue límite y nos enfocamos en trabajar de la mejor manera. Además, somos agradecidas con la entidad departamental porque también nos ha dado mucho”, relata Diexe, haciendo alusión a su gran amiga y compañera, Tatiana Muñoz.
Como resalta, la actitud de cada día montarse sobre el kayak y disfrutar del mar fue lo que impulsó a sopesar la falta de recursos para concentrarse y desarrollar mejores metodologías de trabajo.
Por eso llegaron a la playa de Taganga para los Juegos Bolivarianos, pensando en sostener los avances logrados en el Suramericano de Paipa, donde se montaron al podio junto a potencias mundiales como Brasil y Argentina.
“A pesar de tener circunstancias desfavorables, nuestra pasión nos hacía pensar en ganar todo, por eso a los Bolivarianos llegamos con la intención de obtener títulos, porque nos preparamos para ello”, dice Diexe.
Precisamente, entre ella y Tatiana impulsaron a la delegación cafetera a llevarse siete medallas de oro (14 en juego), colocándose cinco preseas entre las dos: kayak (k) individual 200 metros (solo Diexe), k1 500 m (solo Tatiana), k parejas 200 m, k parejas 500 m, k4 (cuatro personas).
Los otros dos triunfos los aportaron Edwin Amaya en k1 1.000 metros, y Sergio David y Daniel Pacheco, k2 1.000 m.
Ambas ostentan cuatro cada una, quedando una por debajo del deportista que más se doró: Jossimar Calvo. Esto tiene muy contenta a Tatiana: “Estoy satisfecha con los resultados porque se ve reflejado el esfuerzo y la dedicación que le mete uno cada día a los entrenamientos”.
Lo que más animadas tiene a las dos paleras es que comenzaron con gran paso su idea de llevar el canotaje colombiano por primera vez a unos Juegos Olímpicos. Diexe reconoce que durante las concentraciones con sus compañeros, además de leer para distraerse y descansar, hablan de Tokio-2020. “Creo que es el gran anhelo, trabajar más duro para irrumpir en el plano mundial”.
Por ahora, las dos antioqueñas juntan sus medallas de oro y se lanzan al mar en su kayak con la firme intención de disfrutar la vida .