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A falta de alguno de sus sentidos, estos deportistas disfrutan al máximo
de su disciplina potenciando sus otros sentidos. Reclaman mayor apoyo.
Dicen los expertos que cuando alguien carece de un sentido, los demás se potencian y eso se ve reflejado en seres extraordinarios. Así que tener una discapacidad física no ha evitado que las personas en situación de discapacidad visual, auditiva, con problemas cognitivos o parálisis, disfruten del deporte plenamente.
Un ejemplo de esta situación nos lo comparte Willian Osorio, quien dirige la Selección Antioquia de fútbol con discapacidad sensorial auditiva, y explica cómo ha sido trabajar con estos seres humanos que no tienen límites para ser felices. No se equivoca porque, sin excepción, todos tienen una sonrisa durante los entrenamientos, algo que es difícil hasta para los futbolistas profesionales sin discapacidad.
“Con los muchachos llevo desde 2011; hemos participado en dos Juegos Paranacionales (2012 y 2015). El primer año ocupamos el quinto puesto y en el otro ganamos el oro. Es fruto del trabajo, de valorar y respetar los procesos”.
El entrenador indica que aunque la comunicación con ellos no es sencilla, asimilan los conceptos gracias a que son muy visuales. “La enseñanza es con base en el ejemplo. Sin embargo, es complejo y hay veces en las que los papeles se pierden un poquito”.
Ellos cuentan con el servicio de un intérprete, pero él no puede estar en todos los entrenamientos, porque cubre todas las disciplinas que tienen en la Liga. “He tratado de aprender señas y hemos creado otras propias para entendernos a nivel técnico”.
Osorio espera un mayor apoyo de entidades gubernamentales, como Indeportes.
“Los deportistas tienen un auxilio que les dan (unos 200.000 pesos mensuales) por ganar medallas de oro, pero de todas formas nos hace falta mayor respaldo con los materiales y la implementación. La verdad es que no nos han acompañado mucho. Esperemos que las cosas mejoren con miras a los Juegos de 2019 para tratar de ratificar el título”.
Kevin Piedrahíta está en situación de discapacidad debido a una parálisis, pero también se siente como Falcao cuando está en una cancha de fútbol. A lo único que le ha puesto barreras es a la infelicidad.
“Soy deportista de alto rendimiento. Estuve en el Panamericano juvenil de 2009, en dos nacionales y esto me permite conocer otras ciudades y gente importante”.
Dice que él, junto a sus compañeros, han impulsado el fútbol 7 en Colombia. “Ya hay 8 departamentos que están vinculados a los campeonatos nacionales”.
Al igual que la Selección de fútbol con discapacidad sensorial auditiva, implora un mayor apoyo.
“El Gobierno debe entender que nosotros también somos deportistas de alto rendimiento, entrenamos cinco días a la semana y normalmente le traemos medallas al departamento”.
María Paula Quiceno es una consagrada nadadora, a través del agua, olvida su discapacidad cognitiva y ya alcanzó un logro especial que es el de ser voluntaria de los Special Olympics. Su filosofía de vida siempre ha sido: “soy capaz, lo voy a lograr” y hasta acá le ha funcionado. “Estoy de acuerdo en que a las personas en situación de discapacidad les falta mayor apoyo, pero ahora nos hacemos más visibles”.