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El título 100 hace que Estrellita Amaya siga brillando a sus 46 años

  • Jesús Amaya salió a probar suerte fuera de su tierra natal, Apartadó, y vaya que la encontró. El golf es su fuente de trabajo, pero también su pasión deportiva. FOTO archivo
    Jesús Amaya salió a probar suerte fuera de su tierra natal, Apartadó, y vaya que la encontró. El golf es su fuente de trabajo, pero también su pasión deportiva. FOTO archivo
01 de marzo de 2015
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Jesús Amaya no olvida que cuando empezó a jugar golf pasó por momentos difíciles, el más duro, quizás, fue “aguantar hambre”.

Pero la pasión y amor por este deporte no permitieron que hiciera un alto en el camino; al contrario, alimentaron sus ganas de salir adelante, y hoy, a sus 46 años de edad, cuando acaba de lograr su título 100 como profesional, convirtiéndose en uno de los golfistas más exitosos de Colombia, expresa que la lucha constante trajo recompensa a su vida.

“Si tenía para comprar el desayuno, no tenía para la comida y si comía no tenía para el desayuno”, indica el jugador que nació en Apartadó, Antioquia, de donde salió a los cinco años hacia Tolima.

Recuerda que allí trabajó en construcción, cogiendo café y arando la tierra. Sus brazos se volvieron más fuertes con el pico y el azadón, vital para encontrar la gloria y su sustento diario, años después, en otros campos más grandes y verdes, los de golf. Cuando tenía 15 años, se asentó en Bogotá, y en el Club La Florida se formó como golfista, iniciando desde caddie. Le dicen Estrellita, porque vivía en La Estrella, un barrio de la localidad de Ciudad Bolívar, apodo que cogería más fama al tiempo gracias a su brillo en los diferentes torneos.

“Agua y salchichón era lo que comía durante las jornadas de competencia, es que cuando se comienza en este deporte le toca a uno muy duro, y más a mí, que no conté con buen apoyo”.

Pese a la adversidad, Amaya supo sobrepasar los obstáculos, y con buenos resultados empezó a ganarse el respeto y la admiración de sus rivales.

Ganar su primer título en Ibagué en 1991, le dio a entender que no se había equivocado de profesión, y con confianza le puso el pecho a la brisa. Como embocando birdies, tuvo bastantes aciertos, los cuales le han permitido escalar alto en el deporte y darle estabilidad a su hija Ana Sofía -8 años- y a su esposa Alexandra Manrique, según él, los motores que le permiten mantenerse vigente en este deporte.

“Me siento con más energía que cuando inicié el golf”, lo cual quedó comprobado con la conquista del Abierto del Carmel Club el pasado domingo y que le aseguró un cupo al Avianca Colombia Open, primera parada del PGA Tour Latinoamérica-2015 y que se llevará a cabo en el Club Los Lagartos de Bogotá.

Estrellita no ve cerca su retiro. “Continuaré hasta que Dios me lo permita. Este deporte es mi fuente de trabajo y aún tengo fuerzas para lograr grandes cosas”, finalizó el jugador que, con talento y triunfos, ha podido saciarse de felicidad.

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