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Durante 26 años, Medellín nunca figuró como campeón de los Juegos Departamentales. Eran épocas doradas para otras delegaciones que se paseaban por diferentes municipios como campeones. Era el acentuado dominio de Itagüí, que por nueve años fue el número uno.
También lo fueron Apartadó, Bello, Puerto Berrío, Caucasia, Santa Bárbara y Turbo. Hasta el 2004, los de verde y amarillo como se uniforman los del Inder de Medellín, eran nada.
Hasta que llegó Alicia Vargas (q.e.p.d.) y como directora del Inder puso sus condiciones, metió cuatro deportes y Medellín empezó su monopolio.
“Alicia hizo todo para que incluyeran karate, taekwondo, lucha y judo, que en la capital se movían mucho por escuelas populares, pero en los municipios no sabían si eso se jugaba con guayos o botas pantaneras”, dice el dirigente José María Gutiérrez, el último campeón con Apartadó, antes de que empezara el monopolio capitalino en los Juegos.
Que el campeón siempre fuera el mismo, fue uno de los motivos que llevó a que ya no haya un campeón general, hoy solo por disciplinas.
“Creo que se le termina el estrés a la mayoría de delegaciones; están más tranquilas porque ya no se la pasan haciendo cuentas para ver cómo van. Además, que es un tema de equilibrio, porque hay delegaciones que llegan con 300 deportistas y otras con 30. Y, al momento de aparecer en una tabla, figuran en el puesto 80 y eso no dice mucho”, manifiesta Claudia Arango, directora de los Juegos en Urabá.
“Con esto se le pierde el sabor al certamen, como que no sabe a nada. Es como si en los Juegos Nacionales no hubiera campeón porque los dominan Antioquia y Valle”, dice a renglón seguido Gutiérrez, quien sacó campeón a Apartadó entre 2000 y 2003 y trabajó desde 1998.
En términos generales, directivos, entrenadores y deportistas, están de acuerdo con la determinación, porque se quita la presión de buscar como vencer a Medellín y muchos municipios se muestran más.
“Creo que sirve para que no se vea tanto la hegemonía de los deportistas de la capital y para que cada disciplina y municipio goce como campeón. Así disfrutan más”, expresa Arley Muñoz, gerente Inder de Chigorodó.
“No deja de ser una presión para los deportistas, porque uno se pasa pensando en medallas. Es mejor que nos reconozcan por el deporte que representamos, lo mejor es escuchar que uno ganó y de paso se deja esa rivalidad entre los municipios. Es más suave el ambiente y equitativo para los otros municipios”, indica Ximena Paniagua, deportista de voleiplaya.
El coordinador de la delegación de Medellín en Apartadó, Edwin Flórez, piensa que se la baja emoción a los Juegos, pero “nosotros estamos para competir, e igual hacemos presupuestos que, como mínimo, nos deben llevar a ganar los 18 deportes que ganamos en Marinilla. Con o sin campeón general, la responsabilidad es la misma”.