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Apartadó empezó a masificar este deporte de contacto.
También hay semilleros en Carepa, Chigorodó, Necoclí y Turbo.
Con la llegada del rugby, dos años atrás, el menú deportivo en Urabá se puso más variado.
La calificación de “disciplina incluyente” motivó a un grupo de pioneros, liderados por Jorge William Blandón (entrenador) y Óscar David Elles Pérez, a aprovechar el proyecto de la Cancillería para promover esta actividad en la región bananera de Antioquia.
“La gente de acá tiene más velocidad y por eso la proyección que tiene el rugby así no sea un deporte tradicional como fútbol, atletismo, boxeo y pesas, los fuertes de la zona hace mucho rato”.
Esa radiografía que hizo el formador William Blandón es fundamentada en el trabajo que comenzó en noviembre de 2012 en Apartadó, donde la misión inicial era “arrebatarle jóvenes a las pandillas”, lo admite Óscar David, quien se enamoró tanto de la disciplina inglesa, que montó semilleros en Carepa y Chigorodó.
Esto, más el apoyo que ofrece la Alcaldía de Apartadó, ha sido determinante para masificar el rugby con un programa que cuenta con 100 hombres y 80 mujeres que sueñan con llegar a las distintas selecciones.
Partiendo de que “es un juego de contacto, más no brusco como lo quieren dar a conocer sus detractores”, resalta el jugador Juan Camilo Jaramillo, la actividad cautiva a los jóvenes que dejaron de lado sus conflictos sociales para conquistar el exterior con exhibiciones en Sudáfrica, Francia, Venezuela y Brasil.
Gracias al Suramericano que se hizo en Apartadó el año pasado y a que el respaldo de Indeportes Antioquia ha sido constante también para otras poblaciones, caso de Necoclí y Turbo, el nuevo reto de los promotores del rugby es hacer una liga bananera para que los deportistas puedan llegar más fogueados a los distintos torneos y puedan hacer realidad el sueño de la mayoría: llegar a Tucanes, el equipo referente del país.
Ese logro será posible, asegura Carlos Andrés Palacio Burgos, gerente del Inder Apartadó, si los chicos siguen convencidos de que este deporte genera progreso y mantienen el empoderamiento que los ha caracterizado.
Con ese fin explicó que “lo mejor en Apartadó es que no toca ir a buscar los deportistas, sino que ellos llegan solos cuando ven proyectos planificados como el rugby que además de generarles un nuevo estilo de vida, les ofrece cultura al llevarlos por el mundo”.
El rugby llegó a Apartadó para mitigar el impacto de la violencia y en menos de tres años se convirtió en una opción de desarrollo, porque ya cuentan con una cancha reglamentaria que costó 1.400 millones de pesos, las demás poblaciones le hicieron eco y cada día son más los que lo quieren practica.r