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Es pequeño en estatura, pero grande en talento. Tiene tan solo 20 años de edad y ya goza de respeto mundial.
Su nombre es Jossimar Calvo, el gimnasta cucuteño a quien no le pesó la responsabilidad de ser el abanderado de Colombia en los Juegos Centroamericanos y del Caribe que se desarrollan en México.
Al deportista que mide 1.60 centímetros y quien pesa tan solo 54 kilos, se le había escapado el triunfo en la general individual y equipos masculinos, pruebas en las que fue plata.
Pero el hijo de Nora Moreno jamás perdió la esperanza de responderle al país con oro, y no fue uno sino dos los que consiguió para que de su rostró que transmite timidez saliera la esperada sonrisa, la cual tradujo regocijo y tranquilidad.
Calvo, quien venía de conquistar el metal dorado en barras paralelas en la parada de la Copa Mundo en Medellín, se ratificó como uno de los mejores gimnastas del momento al vencer en paralelas y barra fija.
En la primera fue el mejor al sumar 15.775 puntos, superando al cubano Manrique Larduet (15.550) y al local Daniel Corral (15.350).
Mientras que en la segunda, con una rutina magistral, tampoco le dio tregua a sus rivales. Terminó con una puntuación de 14.975. Larduet fue plata (14.775) y el dominicano Audrys Nin, bronce (14.500).
En el podio, donde se escuchó el Himno de Colombia por partida doble, parecía un pequeño al lado de gigantes, pero su demostración lo hizo ver enorme.
Así como Jossimar, otro colombiano pudo festejar en gimnasia, Jhonny Muñoz, al vencer en arzones, mientras que a la antioqueña Bibiana Vélez también se le vio feliz al conquistar dos bronces en barras asimétricas y con el equipo femenino