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Keiler Oviedo Quiceno nació en Chigorodó, Antioquia, el 4 de abril de 2006. Y a los 10 años se puede convertir en el único niño de Urabá que, por primera vez, haga parte de una Selección Colombia de béisbol en esta categoría.
Keiler, quien actuó con la novena antioqueña en el Nacional de Sincelejo, ocho años después de que un combinado paisa participara en esta cita, fue escogido como jardinero central para el elenco criollo que estará en el Panamericano sub-10, a cumplirse en Nicaragua del 14 al 24 de octubre.
Pero hay un problema: este pelotero es de bajos recursos económicos y el desplazamiento a Managua tiene un costo de 3 millones de pesos.
“La Federación Colombiana de Béisbol autorizó el viaje, pero los papás de los niños deben costear el pasaje. En el caso de Keiler, sus padres y abuela no tienen ese dinero. Por eso estamos tocando las puertas de la Alcaldía y el Inder de Chigorodó, Augura e Indeportes, y de todos los que nos puedan ayudar. El niño se debe desplazar a Cartagena del 7 al 13 y el 14 viajar a Nicaragua”, dice Jaime Andrés Blanquiceth, padre de un niño que también jugó con Antioquia, y es el encargado de traer a Keiler desde Urabá a Medellín para que se desplazara a Sincelejo.
Este chico, que ha participado en las tres últimas versiones del Babybéisbol, es Selección Antioquia y ahora escogido para la de Colombia, espera, como cualquier atleta, poder representar a su país. Solo que ya no depende de él, sino de la solidaridad de la gente.