viernes
7 y 9
7 y 9
La organización del zonal del Valle de Aburrá, el mes pasado, graduó a La Estrella como subsede de la fase final de la Juegos Departamentales.
Si bien allí apenas se realizarán los campeonatos en seis deportes (bádminton, béisbol, ciclomontañismo, tejo, futsal femenino y ultimate), el entusiasmo de sus dirigentes y habitantes contagia.
La inversión de las últimas administraciones municipales ha permitido que los siderenses gocen de una buena infraestructura, entre la que resalta el coliseo de La Tablaza que tiene capacidad para 4.000 personas. De ahí que no hayan tenido que destinar dinero para albergar el certamen que arranca el miércoles.
Camilo Benjumea, subdirector técnico del Indere, cuenta que para ofrecerles todas las garantías a los 65 deportistas que representarán al municipio destinaron 60 millones de pesos.
El atletismo es la disciplina a la que más le apuestan: 20 chicos, nueve de ellos en adaptado (con discapacidad).
Una carta fuerte y en la que tienen la esperanza de subir al podio es Brayan Alejandro Bedoya, de 17 años, quien viene de alcanzar las medallas de oro en los 400 metros vallas y el relevo de 4x400 en los Juegos Supérate en Bogotá.
Esta actuación le aseguró una beca por 40 millones de pesos por parte de Coldeportes, la que espera aprovechar para convertirse “en un buen fisioterapeuta y profesional en Deportes”.
Este joven, de 1.65 metros de estatura, va camino al alto rendimiento pero antes quiere dejarle a La Estrella títulos departamentales. Nació en Amagá, donde vivió hasta los ocho años, sin inquietarse nunca por el deporte.
Fue en el municipio del sur del Valle de Aburrá en el que encontró el camino del atletismo, única disciplina que ha practicado y con la cual aspira a ir a unos Juegos Olímpicos.
Una lesión le impidió asistir al Mundial juvenil del año pasado en Cali y ahora, en su primera y última participación en las denominadas Olimpiadas de la provincia antioqueña, intentará dejar huella.
Su compañero, Santiago Cano Ardila, de la misma edad y especialista en los 1.500 metros, es otro de los que saldrá por una medalla de oro como recompensa a ocho años de entrenamientos y esfuerzo.
Cinco veces campeón departamental, este chico que estudiará desde el próximo año Ingeniería Industrial en la Universidad Luis Amigó, también ha tenido roce con el alto rendimiento, junto a Rafith Rodríguez y Diego Colorado, entre otros.
“Desde muy pequeño demostré habilidades para correr. Aunque jugaba fútbol vi que esto era mejor. Este año es definitivo para mí, quisiera seguir en el deporte, pero todo dependerá del apoyo económico”, dice el muchacho que acaba de ser cuarto en los Juegos Intercolegiados y a quien el entrenador Libardo Hoyos le insiste para que aproveche su talento.
Hijo de Caridad Ardila y Mario Desiderio Cano, promotor del Indere, asegura que el deporte lo ha forjado como persona. Lee la Biblia, libros de Derecho y literatura universal. Se nota tranquilo y reflexivo, sabe para dónde va y su meta inmediata es subir al podio de los Departamentales por una medalla, como homenaje a su pueblo que, como subsede, aspira a brillar.