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Una sonrisa, al inicio de los 100 metros, deslumbró a los asistentes al estadio Olímpico de Río de Janeiro. Entre ocho guerreras, una colombiana afrontó con ilusión una carrera que, al final, le entregaría un bronce.
Martha Hernández, atleta de Guamal (Magdalena), es una prueba de que el talento natural no puede ser opacado por una limitación física.
Como explica su entrenador en Bogotá, Pablo Peña, en el momento del parto sufrió una hipoxia cerebral -deficiencia del oxígeno en la sangre que llega al cerebro-, produciéndole una parálisis ateósica, la cual genera fallas en los movimientos.
Un amigo atleta, Juan Alsendra, la convenció de mudarse a Bogotá para que se probara en el mundo del deporte comandada por el profesor Peña: “cuando llegó, mostró buenas condiciones. Tuvimos que empezar de cero y trabajar la técnica”.
Cinco meses después descubrieron que estaba embarazada y tuvieron que suspender la preparación para los Parapanamericanos de México (2011). Luego nació Naomi.
Peña revela que, al inicio, pensó en Hernández para el atletismo de campo, en actividades como el lanzamiento de disco, siendo novena en los Paralímpicos de Londres.
Se dedica por completo al deporte: entrena de 9:00 a. m. a 12:00 m., almuerza y vuelve a la pista entre las 2:30 y las 5:00 p.m. Después regresa a su casa en Suba junto con su esposo, el ciclista paralímpico Eliécer Orjuela, quien padece de ceguera completa, y su hija Naomi. Su sustento proviene del apoyo completo de Coldeportes y el Idrd.
Ahora compite en pruebas de velocidad (100, 200 y 4x100 m.) y ha sacado buenos réditos. El último, y consagratorio, se dio ayer en el máximo escenario: unos Paralímpicos. Y llegó detrás de la argentina Yanina Martínez (14.64) y la alemana Claudia Nicoleitzi (14.68), en la prueba de los 100 metros de T36 (atletas con parálisis cerebral). Además, su compatriota Daniela Rodríguez fue quinta con 15,23 segundos. “Significa sacrificio, dedicación, orgullo, lo es todo para mí. Fue gracias a la disciplina que tuve. Estar lejos de mi hija ha sido duro, pero eso lo hace valer más”, indicó emocionada Hernández.
Por lo pronto, a su tenacidad aún le quedan dos pruebas para llegar al olimpo: los 200 m y los relevos 4x 100 m.