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Más que hierro, ellas levantan sueños y fe

Karool, Mari Leivis y Yineth escriben con honores el presente de este deporte en Antioquia.

  • Karool Blanco, pesista antioqueña, oriunda de Medellín, que encarna las nuevas generaciones colombianas de este deporte. FOTO Julio César Herrera
    Karool Blanco, pesista antioqueña, oriunda de Medellín, que encarna las nuevas generaciones colombianas de este deporte. FOTO Julio César Herrera
  • Más que hierro, ellas levantan sueños y fe
  • Más que hierro, ellas levantan sueños y fe
28 de agosto de 2018
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Si a Estefanía Ordóñez se le pregunta por Yineth Milena Santoya lo primero que se le viene a la cabeza es “disciplina”, una palabra que le queda perfecta no solo porque es parte de los logros que ha obtenido en pesas a pesar de su corta edad (17 años) sino también en su formación personal.

Estefanía es la sicóloga de la Escuela de la Liga de Pesas de Antioquia, egresada de la Universidad de Envigado y con seis meses de experiencia en el manejo de un importante grupo de chicos que surgen en pueblos y ciudades para surtir al departamento y al país en el llamado deporte de los hierros.

Sin embargo, no solo es Yineth, quien recientemente sorprendió al ganar uno de los tres cupos que tiene Colombia en los próximos Juegos Olímpicos de la Juventud, a cumplirse en Argentina, en octubre venidero. Otro interesante grupo de deportistas, hombres y mujeres, viene dando pasos de gigante en un medio complicado, por la competencia, y por las dificultades económicas para salir adelante.

Y entre ellas están otras dos jóvenes mujeres que se abren paso: Karool Karima Blanco y Mari Leivis Sánchez.

“Si me preguntan por Yineth Milena Santoya, la definiría con la palabra disciplina; si bien su proceso no ha sido del todo fácil, esa virtud ha hecho de ella una guerrera de la vida”, expresa, con acierto Estefanía.

Proyección y esperanza

En ellas, el deporte ha sido el impulso perfecto para creer en otra realidad posible y que más que alzar pesas, levantan sueños y fe.

“Son pocos los deportistas que, integralmente, construyen diversas esferas -academia, técnico, deportivo y sicosocial; pero Yineth es una mujer impetuosa que procura estar bien en todos ellos”, agrega la sicóloga.

Durante el proceso en la escuela de levantamiento de pesas se ha caracterizado por tener muy presente su proyección de vida.

Eso cuenta Marleny Castañeda Cano, trabajadora social y quien también integra el grupo de profesionales que laboran, coordinadamente, en la formación de estos muchachos en pesas.

“Su familia es el pilar fundamental para luchar y cumplir sus sueños, su desempeño en el estudio es excelente, es muy dedicada y ocupa los primeros puestos por su disciplina y rendimiento académico. Es buena compañera, responsable, alegre, emprendedora, respetuosa, agradecida. Le gusta enseñar y se preocupa siempre por el bienestar del otro”, apunta.

Algo importante en ella es que sus compañeros de clase expresan gran admiración por ella y sus logros y resaltan su interés constante de luchar por lo que se propone.

Es digna de admirar, dice Marleny, porque nunca se rinde a pesar de las adversidades que se le presentan. Merece admiración y felicitación, porque “es un ser humano que Dios premió con el camino del bien”.

Consolidadas

Karool y Mari Leivis son otras dos consagradas deportistas paisas. La primera nacida en Medellín hace 23 años. La segunda, nativa de Turbo, llegada a la capital para aprovechar al máximo el conocimiento de los entrenadores y crecer.

“Son aguerridas y humildes. Siempre son las mismas pese a tanto triunfo que ya acumulan”, señala Estefanía.

Karool es uno de esos pocos casos de éxito comprobados de pesistas de Medellín, muchos de ellos que empiezan el proceso y lo abandonan por la exigencia. Ella no, por el contrario, como advierte Roger Berrío, presidente de la Liga.

Y ella no es ajena a los sueños de muchos atletas. “Lo que me llena de fuerza y de ganas para entrenar todos los días con más ganas, y competir cada día de mi vida, es mi familia y mi ángel que está en el cielo”. El ser a quien se refiere es su abuela Rosa Elvira Cano, fallecida, quien es su soporte para luchar en la vida. Su máxima aspiración es llegar a Tokio-2020 y hacer una muy buena actuación.

Y aunque, debido a las muchas concentraciones que debe hacer cuando es llamada a integrar la Selección Colombia, Karool anhela regresar al estudio. Recién tuvo que dejar en punta el primer semestre de Administración de Empresas que adelantaba en la Corporación Universitaria Americana e igual un secretariado que cursaba en el Centro de Sistemas de Antioquia -Censa- para iniciar las prácticas.

Tres mujeres forjadas a punta de hierro, con ambiciones y sueños, esos que les brindan sus brazos, piernas y mentes lúcidas para salir adelante y dejar en alto, como coinciden en afirmarlo, la familia, el departamento y el país .

El poder para vencer las experimentadas

Más que hierro, ellas levantan sueños y fe

¿De dónde salió Mari Leivis Sánchez Periñán? Esta practicante antioqueña de halterofilia recientemente sorprendió al ganarle, con oro en la modalidad del arranque de los pasados Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, a la múltiple medallista Mercedes Pérez, consagrada, a finales del año pasado, como la tercera mujer de los 63 kilogramos, en el Mundial celebrado en EE. UU. y varias veces campeona suramericana, bolivariana y panamericana.

Con ese oro, que incluyó récord de torneo (108 kilos alzados), en los 69 kg, se dio a conocer en el área, confirmando sus progresos a nivel nacional.

“Es una mujer que se caracteriza por ayudar y enseñar al otro, es responsable, respetuosa, excelente compañera, luchadora y muy comprometida cuando de cumplir sus sueños se trata”, reseña Marleny Castañeda, tutora de los más jóvenes exponentes de esta disciplina en Antioquia.

De Mari Leivis dicen, quienes la conocen y han tratado, que es una chica dedicada al deporte y que saca adelante lo que se propone.

“Es una luchadora, día a día. Siempre con la mente puesta en dar buenos resultados, se exige al máximo con el fin de dar lo mejor. “Es segura, pujante y competitiva, como advierte Marleny.

Su capacidad en pesas no es gratuita. Viene de familia, pues su hermana, mayor que ella, y de nombre Darly Sánchez también prefirió la halterofilia como deporte favorito.

Por coincidencia, Mari Leivis ha seguido el camino de Darly, quien dejó Antioquia y se fue a competir por Bolívar, donde le brindaron mejores garantías económicas para desempeñarse como atleta de élite.

Pero, a diferencia de aquella, Mari regresó este año y ahora compite por Antioquia. “Le abrimos las puertas porque es una jovencita que tiene grandes condiciones, es disciplinada, aguerrida, muy educada y con una proyección a cumplir sus sueños a través del deporte como un vehículo de superación”, cuenta Roger Berrío, presidente de la Liga.

Yineth, Una mujer impetuosa y con mucho brazo

Más que hierro, ellas levantan sueños y fe

Yineth Milena Santoya es, al lado de Antonina Moya, una de las joyas femeninas de la halterofilia paisa. Resultados y marcas lo confirman. Cuatro veces campeona departamental, una intercolegiada, otra en Nacional sub-20 y reina panamericana sub-17 de su división (48 kilogramos). Hoy, su mejor marca personal está en 75 kilos en arranque y 90 en envión, para una sumatoria de 165 kilos.

“No es fácil expresar los sentimientos que se tienen cuando se gana un cupo para representar al país en unos Juegos Olímpicos, como los de la Juventud, pero me siento feliz y con una gran responsabilidad con mi país”. Esta frase la remarca con “esto es fruto del talento que tengo y la disciplina”. Nacida en Turbo hace 17 años se crió al calor de su abuela materna, María Aidé Tuberquia, ya que sus padres (Eder, obrero de construcción, y Claudia, vigilante) se separaron cuando era muy pequeña.

Estudiante de undécimo grado del Marco Fidel Suárez, espera graduarse para seguir alguna carrera universitaria.

Yineth llegó al deporte gracias al expesista y ahora descubre-talentos en la zona de Urabá, Juan Pablo Robledo hace cinco años cuando le vio condiciones para esta práctica. Y no se equivocó. Lo constata otra exlevantadora y ahora entrenadora, Mónica Picón, quien la moldeó desde que llegó a Medellín.

“Soy explosiva. Tengo gran poder en los brazos, en especial en la modalidad del arranque en la que me va muy bien”, asegura con orgullo.

Y aunque hace parte del grupo de pesistas de menos peso corporal, los 48 kilogramos, su poderío alzando hierros está certificado como la mejor colombiana de esta división entre las menores de 17 años, condición que expondrá en Argentina, cuando intervenga en los Olímpicos de la Juventud con la idea clara: “quiero estar en el podio y aunque mis marcas hoy no son las mejores para hacerlo, estoy trabajando para subirlas en el mes que falta de preparación y pelear por una medalla”.

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