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El amor de Sandra López y Nicolás Parra se hizo fuerte entre palanquetas y discos. En el pequeño gimnasio de pesas del Polideportivo Sur de Envigado no solo han forjado títulos con sus dirigidos, sino un hogar en el que crecen sus hijas Luisa Fernanda y Susana, de 12 y 6 años.
Esta pareja es la encargada de la halterofilia en este municipio que se alista para los Juegos Escolares de Frontino, del 25 al 30 de octubre, y los Departamentales de Sabaneta.
Él lleva 19 años en estas lides, precisamente en las que conoció a la que hoy es su esposa. Ella era atleta y acudía allí a realizar los trabajos de fuerza para alcanzar un mejor desempeño en las pistas, como lo hacen actualmente los deportistas de otras disciplinas: voleibol, BMX, rugby, baloncesto, gimnasia.
A medida que pasó el tiempo Sandra empezó a sentir atracción por el entonces instructor y, al mismo tiempo, por las pesas. Y allí se quedó.
Hace 12 años se casaron y en la actualidad luchan por convertir a Envigado en una potencia del deporte más exitoso que tiene Colombia a nivel olímpico. En el pasado surgieron allí Jairo Aníbal Cossio, Luis Carlos Santamaría y Santiago Buriticá, entre otros.
Aunque cada uno tiene a cargo grupos de muchachos (en total son cerca de 50, entre ellos 20 mujeres), hay un conocimiento completo de los halteros. Ella visita los colegios para detectar talentos, tratando de alejar los mitos erróneos que señalan que quienes practican pesas se quedan bajitos y a las niñas nos les crecen los senos.
Un reto que se plantean es recuperar el semillero de Las Palmas. Y seguir cultivando su amor, trabajar con energía y dedicación para que las pesas de Envigado cada día sean más fuertes.