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El que Caterine Ibargüen ganara tres de las cuatro paradas de la Liga Diamante (Rabat, Mónaco y Birmingham), que haya perdido en Roma con la venezolana Yulimar Rojas y sumado 31 puntos ya no cuenta para nada.
Hoy, en Suiza, en la final del salto triple, las ocho atletas parten de cero. El puntaje previo solo sirvió para dar las clasificadas.
El duelo entre la colombiana y la venezolana, quien viene de ganar el Mundial en Londres, derrotando por dos centímetros a la nacida en Apartadó, se roba el show.
“Me parece que Caterine debe ganar, porque ha demostrado una mayor regularidad. Creo que Yulimar se preparó solo para el Mundial y quemó todos sus cartuchos en este evento, aunque este último tramo en la Liga es como un tiro al aire, porque todas llegan en igualdad de condiciones y cualquier cosa puede pasar”, manifestó Julio Roberto Gómez, integrante de la Comisión Técnica de la Federación Internacional de Atletismo.
Los registros este año favorecen a Rojas, quien en el Memorial Ramón Higueras en Andújar, España (2 de junio), saltó 14.96; en el Mundial de Londres hizo 14.91 y en Liga Diamante 14.84 en Roma. Caterine hizo 14.89 en el Mundial y en este certamen su mejor marca es 14.86 en Mónaco.
El tendido arenoso está servido. En la Liga, Kimberly Williams (2a. con 24 puntos) emerge como la rival de Ibargüen. Por registros, la venezolana.
Siete escollos tiene Caterine camino a su quinta corona de diamante.