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Finalmente ayer, el técnico de la triplista
develó la causa de la ausencia. Se prefirió cuidarla pensando en otros desafíos.
Sin rodeos, el entrenador de Caterine Ibargüen, el cubano Ubaldo Duany, le dijo a EL COLOMBIANO que la doble medallista olímpica de salto triple arrastra desde algún tiempo un malestar en el tendón de Aquiles, el cual, en ocasiones, le afecta para apoyarse.
Por este inconveniente, le exigió, por más que ella lo deseara, no participar en los Bolivarianos, que tendrán las competencias de atletismo entre el 21 y 25 de noviembre en Santa Marta.
Hace cuatro años, en las justas de Trujillo, Perú, que iniciaron el camino a Río-2016, Caterine tampoco pudo estar. “Esa fue la única medalla que nos faltó en todo ese camino”, recordó Duany, quien dice que en esta ocasión prefiere ser cauteloso y no arriesgar la integridad de su pupila.
“Ella es guerrera, no le importa el dolor de su cuerpo con tal de representar al país, tiene demasiado sentido de pertenencia, pero no la puedo arriesgar porque debemos sostenernos en la élite mundial. Aún hay camino por delante, y prácticamente le exigí que no asistiera a los Juegos. Hay metas por cumplir, como llegar bien a Tokio-2020”.
Agrega que la exigencia que tuvo la deportista en el año, en el que fue segunda en el Mundial de Londres y 3° en la final de Liga de Diamante, fue el detonante para que su lesión se recrudeciera. “Pero no es grave, necesita algo de tiempo para recuperarse”, sentenció .