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Futuro del volei promete, pero hacen falta ajustes
Aunque el talento de los deportistas en esta disciplina es innato, hay otros factores que deben cambiar para mejorar procesos.
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Las categorías juveniles en ambas ramas se foguean esta semana en el Nacional que se disputa en el coliseo Yesid Santos de la unidad deportiva Atanasio Girardot. FOTO EDWIN BUSTAMANTE
09 de noviembre de 2018
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Al preguntarle a entrenadores y jugadores sobre el presente del voleibol nacional, todos coinciden en que está atravesando por un gran momento, muestra de ello son los resultados en los pasados Juegos Centroamericanos en Barranquilla, en los que, en ambas ramas, se logró la presea de plata.
Sin embargo, para llegar a estos logros y comenzarse a codear con potencias de la región como Brasil y Argentina, existen procesos que están haciendo sólidas a las bases.
René Payán, entrenador de la categoría menores de la Selección Valle, explica que el biotipo de los jugadores a temprana edad ha potenciado el nivel del juego, “vemos en estas categorías a deportistas entre 1,80 y 2 metros, que con buena fundamentación se convierten en jugadores a la medida”, explica y agrega que la metodología del control del balón también hace que desde las bases el nivel empiece a crecer. “Hacemos que toquen más de 100 veces la pelota en un entrenamiento con el fin de mejorar la técnica”.
Otro punto que destaca Eddymerc Rodríguez, entrenador de la Selección Santander masculina juvenil es que la preparación ha pasado de ser grupal a individual.
“Ya no se entrena el conjunto como tal, se trabaja de manera específica según las posiciones, el líbero, los armadores, el delantero, cada uno por aparte”, indica Rodríguez.
Pero pese a las mejoras de la preparación en materia de técnica y fundamentación, existen otros puntos de fuga que hacen que el trabajo con las bases no sea completo.
Uno de ellos es la falta de escenarios destinados solo para la práctica de esta disciplina, situación en la que coincide Rodríguez con Samuel Sierra, técnico de la Selección Antioquia B femenina.
Este último también señala que la poca continuidad de los entrenadores a cargo de las categorías inferiores hace que el trabajo, en ocasiones, se vea interrumpido.
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