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El técnico Jorge Luis Bernal ha sabido reinventarse aún después de dolorosos reveses en su carrera.
Sus equipos generalmente juegan bien, tienen una propuesta generosa y son animadores aún cuando carecen de nóminas ostentosas.
Sin embargo, jamás ha podido dar el último paso. Con Tolima perdió ante Cúcuta la final de Liga-2 en 2006 y un año después quedó a las puertas de la final de Libertadores con Cúcuta, cayendo ante Boca Juniors.
Con Pasto, en 2009, tuvo que conformarse nuevamente con el subcampeonato, esta vez de Copa Colombia, ante Independiente Santa Fe.
Su imagen, desconsolado mientras apoyaba sus manos sobre la malla de uno de los arcos fue el fiel reflejo de su frustración acumulada, pues un año antes había perdido otro título de Copa con Caldas.
Así, su carrera ha sido una cadena de infatigable trabajo y desencuentros decisivos.
El domingo pasado el estratega de Rionegro Águilas le puso tanto fervor a que Águilas rompiera su sequía de cinco torneos sin clasificar a finales, que al otro día tuvo que hacerse chequeos médicos luego presentar una presión arterial un poco alterada.
En diálogo con Win Sports el veterano entrenador dio parte de tranquilidad y recordó con un poco de nostalgia ese recuento de títulos que se le escaparon.
“Seguramente mi Dios ha deseado que esa medalla de oro la reciba en forma de una buena salud”, aseguró.
Este jueves Bernal emprende un nuevo camino “cargado de ilusiones y con un grupo generoso en esfuerzo y muy capacitado”, sostuvo el entrenador tolimense.
El timonel del elenco paisa recalcó la importancia que tiene esta serie por cuartos ante Caldas, un equipo en el que vivió un tramo profesional muy grato y al que le guarda profundo aprecio.
Sin embargo, y sin desconocer que el Once parte como favorito en la serie, Bernal creo que por lo hecho a lo largo del semestre tiene una legítima aspiración a la estrella decembrina.
“En Colombia ya hemos tenido casos de equipos de poca tradición que dieron el golpe. Yo creo que puede ser nuestro momento”, señaló tras lograr el cupo que lo tiene hoy entre los ocho mejores.
En cuanto a Caldas, el técnico Hubert Boderth en rueda de prensa aseguró en tono enérgico que contrario a lo que piensan los rivales, su equipo no llega “menguado” a las finales. También ponderó las bondades tácticas y físicas del conjunto paisa y ratificó su convicción de pelear el título. “Dios me dé fuerzas y sabiduría para llegar a esa instancia”, imploró.