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La crisis económica mundial y sus secuelas de una baja y lenta recuperación han impactado de manera importante los mercados laborales. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en 2014 en el mundo había más de 201 millones de personas desempleadas.
A nivel global, el grupo social más afectado por la crisis laboral ha sido el de los jóvenes: la tasa de desempleo juvenil casi triplica la de los adultos. El año pasado, cerca de 74 millones de personas entre 15 y 24 años estaban buscando trabajo.
Para este año, la OIT prevé que el desempleo global aumentará en 3 millones de personas y durante los siguientes cuatro años en 8 millones. Esto hace que el principal desafío que tiene el mundo en materia laboral sea, al menos, retornar a los niveles de desempleo y subempleo anteriores a la crisis. Ello implica que para 2019 se deban crear 280 millones de empleos nuevos.
Contrario a lo que ha ocurrido a nivel planetario, en Colombia, según Fedesarrollo, durante la última década, y gracias al crecimiento experimentado por la economía, la tasa de desempleo del país mantuvo tendencia decreciente. Esto permitió que, en 2013, y por primera vez en la historia reciente, el desempleo fuera de un solo dígito.
Adicionalmente, este importante logro estuvo acompañado de mejoras en la calidad del empleo, expresadas estas en menores niveles de informalidad y subempleo. Sin embargo, estos continúan siendo altos cuando se les compara con la media latinoamericana.
Para Anif, el desempeño del mercado laboral durante 2014 resultó particularmente favorable. En concreto, la tasa promedio de desempleo se ubicó en 9.1 por ciento, lo que significó una reducción de medio punto porcentual respecto a lo observado en 2013 (9.6 por ciento).
A juicio de dicho centro de investigación, “Colombia ha empezado a acercarse a sus niveles de desempleo de largo plazo, estimados en 9.0 por ciento”.
En los primeros meses de 2015 las tendencias de mejoramiento continuo del mercado laboral colombiano se han mantenido. Así, en marzo del presente año, la tasa de desempleo fue 8,9 por ciento lo que, en comparación con el mismo mes de 2014, representa una reducción de 0,8 puntos porcentuales. Esta tasa es la más baja en 15 años.
Sin embargo, el panorama laboral para lo que resta de este año y el siguiente presenta algunas amenazas. De acuerdo con Fedesarrollo, en 2015 y 2016 la ralentización de la economía va a generar “una desaceleración en la cantidad y calidad de los empleos demandados”.
No obstante, el Emisor se muestra confiado en que “la fortaleza del mercado laboral amortigüe la desaceleración prevista del consumo” y en que los sectores de obras y construcción, industria y agricultura sean fuentes de empleo.
En este sentido resulta alentador que, según Fedesarrollo, en el primer trimestre de 2015 las expectativas empresariales de generación de empleo industrial exhibieron un notable incremento.
A pesar de que la informalidad y el número de desempleados continúan siendo altos, en la celebración de este primero de mayo se debe reconocer que los avances en la generación de empleo han beneficiado a miles de hogares.
Sin embargo, hay riesgos latentes de que estos logros no puedan mantenerse. Por ello resulta de gran importancia aunar esfuerzos de forma que el Gobierno asegure la dinámica laboral, los empresarios generen más empleo y los sindicatos faciliten los avances.