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La vida de Carolina Ramírez ha estado ligada a la música, al ritmo y a la danza, por eso no sorprende que ahora sea La reina del flow.
La actriz caleña, de 35 años, recordada por producciones como La pola y La hija del mariachi, es la protagonista de la telenovela que Caracol estrenó este martes, que está inspirada en el reguetón.
Grabada en Medellín, el dramatizado marca el regreso a la actuación de la artista, tras un receso de dos años –su última presencia había sido en Contra el tiempo (2016)–.
La música ha estado tan presente en su carrera en el cine y la televisión que ya suma cuatro producciones vinculadas con el tema (La hija del mariachi, Ciudad Delirio, La reina del flow y el realiti La Pista, en el que fue jurado).
“Si es por el ritmo siempre he estado muy ligada gracias a la danza, es algo en lo que me formé y que me acompaña en mi vida, además de mi origen caleño, del Pacífico.
Sobre el género en particular, me gusta es el rap, me parece alucinante la gente que lo hace, lo que expresan y cómo lo hacen. Admiro esa forma en la que la música se transforma en otras cosas y la manera cómo surgen y se forman artistas desde el barrio, personas que pudieron elegir otro camino, pero que prefirieron ser músicos y poetas, porque ahí hay mucha poesía.
Con el género urbano tengo un vínculo raro. El reguetón es un ritmo urbano, es la mezcla de varios sonidos, pero en mi concepto no es lo mismo que reguetón”.
“Del personaje tengo ese ritmo, algo que no puedo negar, de no ser así no sería La reina del flow. También ese carácter que da la experiencia para ser una mala, aunque realmente ella no es la villana, lo que pasa es que tiene el corazón dañado, por eso busca venganza.
También tengo el temple, porque hacer televisión es duro, es un trajín pesado en el que siempre estamos bajo presión. Hay un tiempo de preparación antes de comenzar a rodar, pero cuando ya estamos grabando es a toda, hay que estar por encima de cualquier cosa y sobreponerse a ese ritmo de trabajo”.
“Sí, claro, me encantan este tipo de roles, lo blanco es muy aburrido, esa faceta familiar, de niña buena, es la que muestra el personaje en los primeros episodios, cuando lo interpreta María José Vargas, una maravillosa actriz. Ella representa el valor de la familia. En cambio a mí me tocó un rol más fuerte, lleno de complejos y de ambigüedades”.
“Es maravilloso poder contar con talento juvenil, vamos a ver muchas caras nuevas.
Tuve también la oportunidad de trabajar con los directores (Liliana Bocanegra y Rodrigo Lalinde), es un tema que me encanta, me parece que es lo más divertido de hacer de la tele, igualmente disfruté los lugares en los que estuve en Medellín y la gente que conocí en las grabaciones.
El plus de esta historia es exaltar la lucha de la gente que trabaja detrás del género urbano para salir adelante, usando la música para desahogarse y alejarse de la violencia”.