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Dos tendencias se conjugan en el futuro de la movilidad urbana, que cada vez se está viendo más cerca, y evoluciona de manera más rápida. Primero la energía para mover esos vehículos no estará supeditada a un recurso escaso como lo es el petróleo, que hasta el momento es el dominante.
Y esos carros, que ya no tendrán en su interior gasolina, también se hablarán entre sí, incluso harán que la labor de conducción sea mucho menos extenuante para algunos, e incluso que no sea necesario que quien viaja en ellos los dirija.
Al presentar un panorama de la tendencia futura del automóvil, en el marco de Expocar, el ingeniero mecánico Ricardo Vásquez recordó cómo el carro eléctrico no es cosa nueva. Ya en 1888 se había presentado el primer diseño de un carro de cuatro ruedas que operaba mediante esta energía.
De manera posterior, al descubrir petróleo en Texas, las firmas americanas dejaron de lado esta fuente y se concentraron en la no renovable.
Pero hoy el ciclo está de regreso y nuevamente la industria automotriz mira a las energías alternativas como mecanismo para mover sus carros. La electricidad es la primera opción, y la que hasta el momento es más explorada y explotada. Pero también surgen otras alternativas como los vehículos híbridos, que combinan electricidad con sistema de combustión tradicional. O la generación de energía para mover el carro a partir de hidrógeno.
Explica que esta tendencia se explica en una necesidad de proteger el medio ambiente. Aunque se ha avanzado en la reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2) al pasar de casi 165 gramos por kilómetro en 2007, a menos de 128 gramos por kilómetro en la actualidad, y con una meta de 95 gramos por kilómetro en 2020.
Agrega, además, que una ventaja de los autos en el futuro, bien sean eléctricos, a través de energía solar, o también energía producida por la energía del viento, puede ser compartida por la red eléctrica de la ciudad para alimentar otros circuitos y necesidades, cuando el vehículo no está en operación.
Y por el lado de la operación misma del vehículo, recuerda el especialista que los actuales carros que trabajan por el sistema de combustión interna (ciclo Otto) tienen una eficiencia de apenas el 30 por ciento. Lo restante se pierde en el esfuerzo de los mecanismos internos para mover la masa del carro.
Por su parte, la eficiencia en un carro con combustible alternativo, como la energía eléctrica puede ser incluso superior al 80 por ciento.