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J Balvin rió mejor... O, por lo menos rió de último. No solamente porque ganó uno de los Premios Juventud, el de Mejor Video por el audiovisual de la canción Sigo Extrañándote, sino porque Los Martínez Twins, los famosos youtubers, quienes a pesar de su nombre artístico no son gringos sino españoles, quisieron divertirse a costillas suyas, pero el paisa les salió adelante: los puso a sufrir un rato.
Mientras el cantante estaba en el escenario, los gemelos comenzaron a “producir” la broma. Consistía en llegar al camerino de J Balvin, quitar el letrero de la puerta que identificaba el usuario de la habitación y poner en su sitio el de ellos, Martínez Twins, e instalarse allí cómodamente, como dueños y señores, acompañados de personas que, obviamente el verdadero dueño y señor del “negocio, socio”, no conocía.
Según ese par de conversadores en red, querían probar qué tan tolerante era el artista. Si era capaz de aguantarse que su espacio fuera ocupado por otros. Ellos le harían sentir que era un sujeto poco conocido.
Dicen que a J. Balvin le pasaron el “ondazo” de lo que estaba sucediendo en su camerino. En breve, irrumpió en ese cuarto acompañado de su séquito. Y de inmediato comenzó a decir que salieran de allí. Ellos le preguntaron si él era el de Despacito. El antioqueño llamó a un asistente suyo grande y fornido: “¡Turbo!”. Y le ordenó que los sacara. Hubo discusión. Conato de pelea. “¡No me toque!”, decía uno de los gemelos, quién sabe cuál de los dos, si Emilio o Iván, porque son iguales. “¡Sacalos, pero de una vez!”, insistía J. Balvin.
Solo cuando ya los bromistas estaban saliendo del camerino fue que todo se supo. “Pensaban que era una broma para J. Balvin, pero fue una broma para ustedes”, dijo un acompañante del antioqueño. Y ahí terminó todo entre risas y abrazos. El cantante también fingió.